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Secretos de despacho

Los otros valores de Riva y García

Borja García-Nieto preside la financiera desde la sede en un edificio modernista.

El despacho de Borja García-Nieto (Barcelona, 1959), socio fundador y presidente del grupo financiero Riva y García, está ubicado en la tercera planta del edificio conocido como Casa Berenguer, en la calle Diputación de Barcelona, una joya del modernismo catalán construida en 1907. La actividad de Riva y García se remonta aún más, a 1877, pero no es hasta 1992 cuando parte de sus actuales accionistas la transforman en una agencia de valores y bolsa orientada hacia la empresa familiar. Con los años ha diversificado su actividad con finanzas corporativas, gestión de patrimonios y gestión de fondos de capital riesgo. "Nacimos en crisis, lo que imprime mucho carácter", explica García-Nieto, que sobre esta crisis, la actual, dice no haber encontrado a nadie que sepa explicar cómo va a evolucionar. Afirma que es un optimista realista porque, "como decía Winston Churchill, no serlo no me aporta nada".

García-Nieto sonríe cuando se le pregunta por su jornada laboral habitual. Y la sonrisa está justificada porque, además de ser presidente del grupo financiero, es presidente del Círculo Ecuestre y del consejo asesor de la Universidad Abad Oliba de Barcelona. Para acabar de complicar su agenda tiene cuatro hijos (de 15, 13, 11 y 7 años) a los que se empeña en dedicarles todo el tiempo que puede. "Siempre he tenido la vocación de hacer más de lo que marca estrictamente mi trabajo, es algo que he mamado en casa". Su padre, que murió cuando Borja tenía 17 años, estuvo siempre vinculado al Círculo de Economía y a la vida de la ciudad, igual que un tío jesuita, que fue socio fundador de Esade, y de una tía, catedrática de historia, siempre implicada en cuestiones sociales. "Cuando lo has vivido, te sale de dentro", explica. García-Nieto ha sido miembro de la junta del Círculo de Economía durante 12 años y fue vicepresidente durante la presidencia de José Manuel Lara (Grupo Planeta). "He tenido la sensación de vivir desde un lugar privilegiado la historia de este país, intentando aportar mi granito de arena".

La presidencia del Círculo Ecuestre le quita tiempo, "porque hacer las cosas bien requiere mucho, pero tengo una junta de lujo, muy implicados en el proyecto". A esta presidencia hay que añadir el comité de dirección semanal de su compañía y el comité de gestión de fondos, también semanal, "y las reuniones internas necesarias para estar al tanto de lo que hacen las 15 empresas en las que participamos a través de nuestros fondos de capital riesgo".

Dice ser un optimista realista "porque, como decía Winston Churchill, no serlo no me aporta nada"

García Nieto usa el despacho para trabajar con el equipo más cercano, pero no para recibir clientes, para eso están las impresionantes salas modernistas que tiene el edificio. Todo lo que hay en su despacho está ahí por decisión propia, así que cada cuadro y cada detalle tiene un porqué. A medida que va explicando el de cada uno de ellos, García-Nieto deja entrever su preocupación por los valores, y no precisamente por los que compra y vende su agencia. "Está claro que estamos también en una crisis de valores, nos hemos pasado de frenada y todos somos culpables, todos hemos puesto en los últimos años unos objetivos por encima de otros, olvidando el esfuerzo y el trabajo bien hecho y otro montón de valores, que además coinciden con los del evangelio. La educación es básica, lástima que es algo que no preocupa los políticos, porque no da votos", explica. García-Nieto es licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona y máster en Economía y Dirección de Empresas por IESE.

Riva y García tiene una plantilla 60 personas entre sus oficinas de Barcelona, Madrid, Valencia, Vigo, Casablanca y Argel, estas dos últimas abiertas para gestionar el fondo Mediterrania, que tiene el objetivo de entrar en proyectos de países del sur del Mediterráneo. En cuanto a los valores que más aprecia en una persona a la hora de trabajar, no tiene ninguna duda, primero la honestidad y luego la capacidad de trabajar en equipo. "Tenemos gente que está trabajando con mucha profesionalidad y mucho esfuerzo, tenemos un equipo buenísimo; a veces me veo más como un animador de equipo que otra cosa, y para hacerlo bien hay que pensar mucho".

Tomás Moro, pintura y fotos familiares

El humanista y político inglés Tomás Moro (1478-1535) ocupa un lugar de honor en las paredes del despacho de Borja García-Nieto, socio fundador y presidente del grupo financiero Riva y García. "Lo admiro sobre todo por ser una persona coherente y por ser capaz de defender sus ideas hasta el punto de costarle la muerte".Al lado de la imagen de Moro luce un enorme mapa antiguo de Mallorca, donde García-Nieto dice haber pasado "temporadas maravillosas" y, donde, cuando puede, se entrega a su pasión de navegar. El mar es también el motivo por el que escogió el cuadro que hay en la pared de detrás de la mesa de trabajo, y que evoca las velas de un barco.Una de las paredes laterales acoge otro cuadro, muestra del realismo alemán, en el que se ve, en primer término, un perro echado en una alfombra con estampados rojos y, al fondo, las patas de una mesa. "Me gusta porque el perro simboliza la lealtad y la confianza, por eso los monarcas tenían siempre uno a sus pies", explica", "y en esta empresa, tanto lealtad como confianza son conceptos fundamentales".El toque más personal del despacho son las numerosas fotos de sus cuatro hijos, que se mezclan en las estanterías con placas conmemorativas y varios dibujos infantiles.

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