España avala la renovación inmediata de Barroso como presidente de la CE
Los debates sobre la estructura institucional de la UE dominaron ayer la primera jornada de la cumbre europea que se celebra en Bruselas. España reclamó anoche que la renovación inmediata de José Manuel Barroso como presidente de la Comisión Europea para despejar esa incógnita política y no agravar la actual incertidumbre económica.
Anoche, al cierre de esta edición, los 27 líderes europeos continuaban debatiendo "el procedimiento" a seguir para el nombramiento de la futura Comisión y de su presidente. En los pasillos circulaba un sólo candidato a dirigir el organismo, su actual presidente, José Manuel Barroso. Pero las implicaciones jurídicas, políticas y electorales de su renovación mantenían la duda sobre el calendario definitivo para su nombramiento.
"Si ya hay unanimidad, para qué retrasar el nombramiento", se preguntaba ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante la primera jornada de un Consejo Europeo que concluirá hoy en Bruselas. Moratinos tomó partido de manera tajante no sólo por la candidatura del portugués sino por su renovación inmediata en un momento en que algunos países y una parte del Parlamento europeo dudan seriamente sobre el calendario a seguir.
España atribuyó su decidido apoyo a la necesidad de contar con una "Comisión fuerte y con liderazgo" durante esta etapa de grandes turbulencias económicas y geopolíticas. "Y el liderazgo lo da el presidente", aseguró Moratinos. El Gobierno de Rodríguez Zapatero, además, quiere saber lo antes posible con quién deberá preparar en Bruselas la presidencia española de la UE, un semestre que arranca el próximo 1 de enero. Barroso intentó ayer ganar puntos ante el resto de delegaciones con una carta en la que aboga "por más Europa, no menos", pero también promete "respetar las competencias nacionales"..
Pero el nombramiento de Barroso se entrecruza con otro laberinto institucional como es la ratificación y entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Ayer los líderes comunitarios decidieron aplazar hasta hoy la formalización de las garantías que ofrecerán a Irlanda para que pueda repetir el referéndum sobre ese Tratado. Los 27 están de acuerdo sobre el contenido de esas salvaguardas (que ofrecen a Irlanda el compromiso de que la UE no se inmiscuirá en temas de fiscalidad, derecho familiar o protección de los trabajadores en la isla). Pero Dublín exige que ese compromiso tenga fuerza jurídica, una posibilidad que inquieta a varios países, empezando por el Reino Unido.
La República Checa, que con este Consejo se despide de un semestre presidencial con más sombras que luces, intentará hoy resolver el conflicto con Dublín. Los funcionarios checos preparaban anoche una fórmula que esperan sea aceptada por los 27.
Salida de la crisis
A juzgar por los debates de ayer, nadie diría que la UE atraviesa una de las mayores crisis económicas de su historia. Ni los dos millones de puestos de trabajo destruidos en la UE durante el primer trimestre de este año ni el hecho sin precedentes de que media docena de países tengan una inflación negativa atrajo demasiado la atención de los 27 líderes europeos. Ni siquiera la ruidosa manifestación de ganaderos que, según su equipo, impidió a Rodríguez Zapatero llegar hasta la cumbre del Partido Socialista Europeo mereció mucha más atención. Sólo la canciller Angela Merkel anunció que plantearía el tema de las cuotas lecheras durante la cena.
El borrador de las conclusiones que aprobarán hoy Los 27 sí que reconoce que "la UE y el resto del mundo sigue enfrentándose a los efectos la recesión más profunda y extensa de la postguerra". Y declaran "la lucha contra el desempleo" como "prioridad máxima". Pero la unanimidad se resquebrajaba a la hora de aprobar la propuesta de la CE para acelerar el desembolso de 19.000 millones de euros del Fondo Social Europeo. Hoy continuará el debate sobre esa propuesta. "Algunos de los países que le piden a Barroso una agenda más comprometida socialmente para su nuevo mandato, son los que se oponen a adelantar el dinero", lanzó un diplomático un dardo aparentemente dirigido a Berlín y París.
Los 27 líderes europeos llegaron anoche a un principio de acuerdo sobre las propuestas de la Comisión Europea para reforzar la coordinación de los supervisores financieros en la UE. El plan incluye la creación de tres "autoridades" (con los supervisores de banca, seguros y mercados bursátiles) y de un consejo de análisis de los riesgos sistémicos.
Londres exige como condición para dar su apoyo garantías de que esas "autoridades" no podrán tomar decisiones vinculantes que tengan implicaciones presupuestarias para un país. Bruselas parece dispuesta a aceptar esa cautela.