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Secretos de despacho

Energía en Alain Afflelou âptico

Eva Ivars dirige la filial española del grupo francés, rodeada de buen ambiente.

Dice ser un ejecutiva muy ocupada, tanto que sin el equipo de profesionales que la acompañan desempeñar eficazmente su tarea sería casi imposible. "Cuando tienes una agenda repleta, con viajes constantes a Francia, no puedes estar en el detalle, en el día a día, y tienes que delegar, así que es el equipo el que tiene que hacer frente a toda iniciativa que vaya surgiendo". Eva Ivars, nacida en Denia (Alicante) hace 37 años y licenciada en Ciencias de la Información y con un máster en Estrategias de Comunicación Interna y Corporativa, dirige la filial española del grupo francés Alain Afflelou âptico. Y si de algo se muestra orgullosa es del ritmo frenético en el que está inmersa la compañía, sobre todo a través de sus innovadoras campañas de marketing. "Esto demuestra que somos una empresa viva, y la clave está en que innovamos constantemente, sobre todo en conceptos comerciales", dice Ivars. Algunos de los lanzamientos lo confirman, como la conocida promoción Tchin, Tchin, que permitía la compra de dos pares de gafas por un euro más sobre el precio inicial.

La empresa Alain Afflelou fue creada en 1979 por el óptico francés que le dio el nombre a la franquicia y que se ha convertido en estas tres décadas en una de las compañías pioneras dentro de este sector. Cuenta con más de 900 puntos de venta repartidos entre Francia, donde ya tienen 659 establecimientos, Bélgica, Suiza, Túnez, Líbano, Marruecos, Luxemburgo, Portugal y España. La compañía tiene 4.500 empleados y las ventas durante el pasado ejercicio, que cerró en abril de 2008, fueron de 602 millones de euros. Eva Ivars está entusiasmada con las iniciativas del grupo y las cuenta sin reparo.

"Ahora nos adaptamos a la crisis y permitimos, con la campaña Next year, que el cliente se compre las gafas en 12 meses, haciendo una oferta de financiación". Y habla de los franquiciados, "a los que tenemos que acompañar para que se sientan arropados y no solos". En España, la firma tiene 238 establecimientos, de los cuales 50 funcionan como sucursal.

La previsión para este año es cerrar con un crecimiento del 10%. "Pensábamos crecer al 15%, pero hemos tenido que bajar nuestra previsión. Nos está afectando la crisis como a todo el mundo, ya que funcionamos a través de aperturas de franquicias y vemos que el crecimiento disminuye debido a la falta de financiación por parte de los bancos". Eva Ivars viaja desde que asumió su cargo en julio de 2005, aunque ya se ocupaba de la cuenta de la compañía desde la agencia de publicidad, al menos dos días a la semana a Francia. Y asegura que ninguna jornada de trabajo se asemeja a otra, "aunque me gusta tener reuniones bastante cerradas y ajustarme a la agenda del día, siempre hay que saber improvisar". A pesar de ello, dice que siempre surgen detalles de última hora y también le toca llevarse trabajo a casa. "Al menos dos días a la semana intento recoger a mis hijas en el colegio y trabajar desde mi casa". Por eso se retrata como "la reina de las tecnologías, porque siempre estoy rodeada de teléfonos, blackberry, ordenadores".

No sabe calcular el número de horas que trabaja al día, algo a lo que está acostumbrada porque, según cuenta, es un hábito que tomó de su paso por la agencia de publicidad Publicis, en la que trabajaba anteriormente como directora de cuentas. "Es un sector en el que trabajas muchas horas, pero es tan apasionante que no te das cuenta".

El mobiliario del despacho en el que trabaja, ubicado en una zona comercial de San Sebastián de los Reyes, en Madrid, es de tipo estándar. Tiene buena luz natural, "algo que necesito para vivir como buena alicantina que soy, porque me da energía". Es ordenada, "no podría vivir ni llegar a todo lo que hago si no lo fuera". Le arropan varios libros de gestión. Entre ellos, Los siete hábitos de gente altamente efectiva, de Stephen R. Covey, o Nunca tires la toalla, de Stanley Bendelac. "Son libros de consulta, sobre todo de temas publicitarios, que me resultan útiles".

Las monedas chinas de la suerte

Dice que es supersticiosa. Y que le gusta rodearse de objetos que le den energía y optimismo. Para ello, asegura Eva Ivars, ha colgado en la pared de su despacho un cuadro de cuando empezó a trabajar en la agencia de publicidad Delvico Bates, que simboliza "la creatividad y me gusta tenerlo cerca porque es alegre y representa un espíritu abierto, como a mí me gusta". Al lado tiene unas monedas antiguas chinas que compró cuando Alain Afflelou celebró los 25 años de existencia de la franquicia. "Desde 2004 las tengo conmigo y siempre me han dado mucha suerte". También tiene una bola en el techo, que refleja la luz, "pero sobre todo hace que se mueva la energía". Ivars insiste en que necesita tener un buen clima de trabajo alrededor. Y en tono de broma asegura que utiliza un megáfono que le regalaron en Televisión Española para llamar a su equipo al despacho cuando quiere convocar una reunión. "Es un toque divertido y relaja el ambiente". También celebran los viernes en la oficina un aperitivo de confraternización.

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