La tormenta en el mar Báltico
Nuño Rodrigo - 12/06/2009
El dolor de cabeza de esta semana para el sector financiero europeo tiene su epicentro en Riga, capital de Letonia. El Gobierno y el Banco Central tratan de conservar a toda costa la banda de fluctuación de la divisa local, el leti, respecto al euro. El tipo interbancario se ha disparado a niveles cercanos al 20% y se prevé que la economía se desplome un 18% este año. Si Letonia devalúa o no puede pagar sus deudas, los bancos europeos -especialmente los suecos- acabarán pagando los platos rotos.
El déficit comercial letón llegó a un increíble 25% del PIB. Y buena parte de los letones tiene deudas contraídas en divisas, principalmente euros. ¿Una nueva Islandia? Quizá algo más. El pasado 3 de junio el Tesoro no logró colocar una emisión de 100 millones de euros. Esa jornada, las divisas de Polonia, Hungría e incluso Suecia marcaron caídas de entre el 1,5% y el 2% respecto al euro. Las economías de Europa del Este, que no gozan de la protección del euro pero que -como España-, han crecido al calor de los flujos de capital extranjeros, tienen una papeleta difícil sobre la mesa, aun en el caso de que logren soportar la presión del mercado en el corto plazo. Y su efecto contagio sobre otras economías es el de cualquier crisis de mercados emergentes como las vividas de 1990 a 2000.
El préstamo de 3.000 millones de dólares del Banco Central Europeo al banco central sueco, el Riksbank -elevables a 10.000 millones- tiene relación directa con la crisis letona y la preocupante exposición de los bancos suecos a los países bálticos, y tiene aspecto de rescate preventivo, para evitar problemas bancarios en Suecia.
El Gobierno letón ha anunciado ajustes presupuestarios -respaldados por la oposición, y la divisa lleva dos días de fuertes subidas, agotando el estrecho rango de fluctuación del 1%. El crédito al Riksbank alivió los CDS de la deuda sueca. Pero la devaluación letona parece, a medio plazo, inevitable, lo que obligará a la reestructuración de una deuda contraída mayoritariamente en euros.