_
_
_
_
Crónica de Manhattan
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Demasiado grande

Tim Geithner volvió la semana pasada a la Universidad de Peking (Pekín), en la que estudió chino en los años ochenta, y, según Reuters, quienes ahora estudian allí se rieron cuando el secretario del Tesoro les insistió en que las inversiones chinas en activos denominados en dólares estaban seguras.

De todas las expresiones humanas para mostrar escepticismo, los jóvenes optaron por la risa. Sus dirigentes han dado otras muestras más serias de preocupación.

China es el mayor inversor del mundo en bonos americanos, se calcula -sin saberse con precisión- que sus holdings ronden los dos billones de dólares. Este gigante emergente se ha convertido en el mayor prestamista de EE UU, un país que tiene un gran déficit presupuestario y una serie de políticas en marcha que hacen temer a más de un analista que la inflación se dispare rápidamente en cuanto se empiece a disipar la crisis y que el dólar se debilite más.

Geithner viajó a China para asegurar al Gobierno que sus inversiones están seguras, que no hay que temer a la subida de precios y que no hay nadie más preocupado por el déficit de EE UU que él y el presidente, Barack Obama.

El viaje del responsable del Tesoro se produce dos meses después de que el gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, hablara de la posibilidad de reemplazar el dólar por una moneda "suprasoberana". El problema para China es que no hay vuelta atrás en la política que inició en 2002, y aceleró en 2004, de acumular activos en dólares.

En marzo, el economista Paul Krugman decía en The New York Times que el gobernador Zhou no había hecho más que admitir la debilidad de su país en esta situación. "En efecto, estaba diciendo que China se ha metido en la trampa del dólar y no puede salir ni cambiar las políticas que le hicieron caer en esa trampa". Según dijo Greg Mastel, un analista de política comercial del bufete Akin Gump, a un programa de la Radio Pública Americana, Estados Unidos es "literalmente muy grande como para caer desde la perspectiva china".

Con o sin los compromisos de Geithner, China tiene que mantener el rumbo que inició en 2004 a riesgo de ver disminuir el valor de sus reservas y su mejor mercado de exportación. Vuelve así a emerger el concepto de "demasiado grande para caer".

Bear Stearns era un banco demasiado grande e interconectado como para que quebrara. GM y Chrysler, es decir, buena parte de la industria de Detroit, son demasiado importantes como para poder gestionar su desaparición y California, la gran economía de la Unión, va a tener que ser ayudada también.

El caso de lo que es demasiado grande como para caer es una de las enseñanzas fundamentales que ha emergido de la actual crisis. Su solución es aún una incógnita que a algunos chinos les hace reír.

Archivado En

_
_