Fiat, la mejor opción para Opel
Los legisladores alemanes encargados de decidir el destino de Opel necesitan mostrar su temple y dejar de lado la política. Retirar capacidad del mercado europeo es necesario para preservar la viabilidad a largo plazo de Opel. Aunque esto pueda significar algún recorte de empleo, la proposición de Fiat de fusionarse con Opel es la única opción en la mesa que asegura este camino. Los legisladores deberían apoyarla.
No cabe duda de que los parlamentarios de la canciller Angela Merkel están en apuros. El plazo dado por el Gobierno de EE UU a General Motors para que reestructure o entre en bancarrota expira el 1 de junio. Antes, Alemania tiene que decidir si deja el futuro de Opel en manos del procedimiento de bancarrota estadounidense o acuerda financiar a uno de sus tres pretendientes -Fiat, Magna o RJL-.
Al mismo tiempo, las elecciones alemanas y las europeas son inminentes. Aguantar recortes de empleo en un año electoral es duro. Sobre esta base, elegir entre Fiat o Magna podría parecer de cajón. La oferta anunciada por Magna de reducción limitada de los 25.000 trabajadores de Opel y una inyección de capital de 700 millones de euros es más atractiva políticamente que la oferta de Fiat, que no aporta capital y propone recortar 10.000 empleos en Europa.
Pero el problema terminal de la industria del automóvil europea es una sobrecapacidad del 30%-40%. No resulta claro como podría reducir esto la venta a Magna. El mercado del automóvil europeo ha caído un 16% hasta abril. Incluso el impulso en Rusia que Magna promete no compensa de modo significativo esta caída. El riesgo, sin embargo, de elegir la oferta de Magna es que en dos años Opel seguirá siendo un negocio de calidad inferior volcado en el mercado doméstico.
El plan propuesto por Sergio Marchionne, el jefe de Fiat, es arriesgado y audaz. Fiat está ya ocupado con Chrysler. Transformar la plataforma de fabricación y distribución del fabricante de automóviles americano para producir Fiats como salchichas puede llevar al menos cinco años. Una fusión de Opel y Fiat podría llevar mucho menos tiempo y aportar 1.000 millones de euros en sinergias.
Pero ésta no es la principal atracción. Fiat-Chrysler-Opel podría generar 100.000 millones de euros en ingresos, producir 6 millones de coches y alcanzar un 10% de cuota de mercado. Esta escala le da la verdadera posibilidad de competir rentablemente en un escenario mundial -algo que los tres han demostrado no poder llevar a cabo por sus propios medios-.
La decisión no es sólo crucial para Opel y Alemania. Los 3.000 millones de euros de la ayuda estatal ligada al acuerdo de Opel podría ayudar a su posición financiera. Pero a diferencia de Opel, Fiat tiene otras opciones a largo plazo. Marchionne podría encontrar un mejor acuerdo con Peugeot si falla Opel. Los políticos alemanes podrían conservar unos cuantos empleos hoy al apoyar a Magna, pero se encontrarán en un mayor apuro cuando Opel se vea superado en táctica unos cuantos años después.
Rachel Sanderson