La Bolsa castiga la nueva emisión de acciones de Ford
A los inversores no les ha gustado el plan de Alan Mulally, consejero delegado de Ford, de hacer una emisión de 300 millones de acciones en una oferta pública. Los títulos de la automovilística sufrieron una caída del 17,6% en un día en el que también la banca estaba planteando medidas dilutivas para sus accionistas.
Lo que Ford intenta con esta emisión, cuyo precio se iba a cerrar al final del día, es tener capital para asuntos corporativos y cubrir parte de las obligaciones que tiene con el fondo de prestaciones sociales (básicamente sanidad) del sindicato UAW. Según las cuentas de Bloomberg, a precios de cierre del lunes, las nuevas acciones supondrían una ampliación del 11% del capital y captarían más de 1.800 millones de dólares.
Es la primera vez que Ford hace una oferta semejante directamente al público y tan histórico anuncio se produce después de que las acciones de la compañía que mejor salud tiene de Detroit se hayan revalorizado un 200% en los últimos tres meses. Con todo, la automovilística se encuentra en una situación difícil. Cerró el primer trimestre con unas pérdidas de 1.400 millones de dólares (unos 1.027 millones de euros), sigue sumando continuadas caídas de ventas, usando rápidamente los recursos de su caja y tiene una fuerte deuda.
Pero Mulally, que hipotecó hasta el logo ovalado de la empresa para evitar quedarse sin fondos, ha conseguido no solo evitar tener que pedir ayuda al Gobierno, como General Motors y Chrysler, sino que además está estabilizando las operaciones y aprovechando la circunstancia de que es la única compañía americana que ofrece un cierto optimismo en el sector.