Elecciones UE (-26 días): ¿Un partido liberal en España?
España es uno de los pocos países europeos donde nunca ha cuajado una oferta liberal a nivel nacional. Pero Sean O'Curneen Cañas (foto a la izquierda) se ha propuesto acabar con esa aparente anomalía en las elecciones europeas del próximo 7 de junio.
"El espacio electoral para los liberales existe en España", me comenta O'Curneen, cabeza de lista para las próximas elecciones del Centro Democrático Liberal, durante un encuentro en Bruselas. "Sobre todo", añade convencido, "después de 15 años de bipartidismo brutal".
La biografía y el currículum de O'Curneen, de 38 años, responden bien al eclecticismo y la apertura de fronteras que suelen caracterizar a las formaciones liberales. De padre irlandés y madre española, ha estudiado y trabajado en Francia, Reino Unido, EE UU y, ahora, en Bélgica. Pero se declara español hasta la médula. Su experiencia laboral también salta desde los estudios de astrofísica hasta la labor de repotero de la BBC o la de miembro del equipo de Ken Livingstone, el "Rojo" que ocupó la alcaldía de Londres entre 2000 y 2008.
Ahora su tarea es, quizá, más titánica que nunca. "El objetivo no es sólo obtener unos cuantos escaños en el Parlamento europeo y punto. Queremos que haya un partido liberal con una presencia permanente en el espectro político español".
Le recuerdo que ese espacio, a nivel nacional, lo reivindica un ala del PP y que Esperanza Aguirre, en concreto, suele calificarse a sí misma como liberal. "Cada uno es libre de utilizar las etiquetas que quiera, aunque hay que tener cuidado porque el término liberal se utiliza de manera demasiado liberal", sonríe O'Curneen. Y recuerda que el CDL, no el PP, ha sido acogido como miembro por el Partido Liberal Europeo (ELDR),la tercera formación por número de diputados en la Eurocámara.
Aún así, el CDL no tendrá fácil diferenciar su mensaje del resto de los partidos en un país donde los socialistas han abanderado muchos procesos de privatización y algunos conservadores no tienen inconvenientes en desmantelar una buena parte del Estado. En Francia, sin duda, sus consignas contratarían mucho más entre una derecha y una izquierda igual de intervencionistas.