La amenaza de gripe porcina incrementa la incertidumbre sobre la evolución de la crisis global
La asamblea semestral conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) concluyó ayer en la capital estadounidense con la amenaza de la gripe porcina, profundizando el ya incierto panorama que afronta la economía mundial.
La enfermedad se ha extendido a otros países, en particular Estados Unidos, donde han aparecido 20 casos. El secretario de Hacienda mexicano, Agustín Carstens, reconoció hoy la gravedad de la situación, aunque afirmó que es "demasiado pronto" para evaluar el posible efecto del brote de gripe porcina sobre la economía mexicana.
Destacó, de todos modos, que se trata de un asunto "muy serio" que tiene "un alto potencial de producir trastornos". "Tendremos que esperar unos días para tener una mejor idea de las consecuencias de la epidemia", añadió. Por su parte, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo en la rueda de prensa que se trata de "un desastre muy grande" para México. Además, el Banco Mundial evaluará "rápidamente" el impacto económico de la epidemia, indicó.
El tema de la gripe porcina dominó, de hecho, gran parte de la rueda de prensa conjunta de Strauss-Kahn, Carstens y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que cerró la reunión semestral de los organismos multilaterales. La rueda de prensa se produjo al final de la reunión ministerial del Comité de Desarrollo, un órgano ejecutivo conjunto del FMI y el BM, en la que participaron representantes de los 185 países miembros de ambas instituciones.
La reunión concluyó con el compromiso de acelerar los trámites para dar más voz a los países en desarrollo y emergentes en el Banco Mundial, a fin de lograr un acuerdo a principios del 2010. "La crisis y la necesidad de una enérgica respuesta multilateral han subrayado aún más la necesidad de una mayor voz y participación de los países en desarrollo y en transición en la dirección del BM", señaló en un comunicado el Comité de Desarrollo.
El compromiso alcanzado contempla que todos los accionistas se sumen a un proceso que, según el citado comunicado, debe de ser "transparente, consultivo e incluyente". Los ministros reconocieron en su comunicado el "dramático" deterioro de la economía mundial desde su última reunión en octubre pasado. Insistieron en que los países en desarrollo afrontan consecuencias "especialmente serias" a medida que la crisis financiera y económica se transforma en una calamidad humana y para el desarrollo.
Recordaron, además, que la crisis ya ha arrastrado a la pobreza extrema "a más de 50 millones de personas, sobre todo mujeres y niños". La reunión ministerial reconoció también el papel de los organismos multilaterales en la lucha contra la crisis y alabó los compromisos de los países miembros de aumentar considerablemente los recursos para el FMI.
El Fondo, que tenía acceso a 250.000 millones de dólares (188.936 millones de euros) en recursos antes de la reunión del G-20 en Londres, ampliará su arsenal para luchar contra la crisis hasta el billón de dólares, gracias al espaldarazo recibido en la capital británica a principios de abril.