Opel, negocio seguro
General Motors puede haberle puesto precio de manera informal a la participación mayoritaria de Opel-Vauxhall que desea vender. Pero los precios nominales no importan demasiado en una recesión. La automovilística estadounidense está buscando una inversión en acciones de 500 millones de euros en su rama europea por parte del posible comprador que pasaría a ser mayoritario, según Financial Times. Pero por mucho que GM pretenda hacer ver que lleva las riendas del asunto, puede que no tenga demasiado que decir en el trato final. El Gobierno alemán, dispuesto a garantizar a Opel 3.300 millones de euros en préstamos, se encargará del proceso cuando se encuentre un comprador serio.
GM dice que hay más de media docena de compradores potenciales de Opel. La mayoría de ellos parecen ser inversores financieros. Los pocos compradores industriales están sin duda interesados principalmente en tratar de ver los detalles de los libros de los competidores.
Es fácil ver por qué unirse con un fondo contentaría a GM. La automovilística necesita retener fuertes lazos industriales con Opel, que posee la mayoría de los conocimientos de GM en coches eficientes y pequeños. Al nuevo accionista mayoritario se le exigirá hacer lo que GM no ha conseguido en los últimos años: arrancar concesiones de los sindicatos de la compañía y ayuda del Gobierno.
El clima político alemán hace hoy en día prácticamente seguro que Opel sobrevivirá como compañía automovilística en el futuro inmediato. Los problemas de la fabricante de coches serán un tema caliente en las próximas elecciones generales de septiembre. El candidato socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, acaba de iniciar su campaña pidiendo que el Gobierno, en el que es ministro de Asuntos Exteriores, haga 'todo lo que esté en su poder' para salvar a Opel.
Aun así, quien financie a través de acciones a Opel debería esperar un examen minucioso en un país en el que los inversores financieros fueron comparados con 'langostas' por un ministro del Gobierno. Las garantías estatales al crédito tendrán condiciones, como restricciones sobre el cierre de fábricas y el recorte de plantilla. æpermil;stas pesarán en la rentabilidad y harán que cualquier inversor recele del tamaño de su paquete de acciones, dada la necesidad de conseguir rendimientos adecuados. El precio está ahí, pero no esperen que Opel siga los catálogos.
Pierre Briançon