Vuelve la discordia a la comisión de control de Caja Madrid

Pocos días ha durado la calma en la comisión de control de Caja Madrid, uno de los órganos de gobierno más importantes de la entidad financiera. La paz alcanzada hace una semana, tras un acuerdo de consenso entre las diferentes fuerzas políticas y sindicales representadas en el mismo, se quebró ayer con la reincorporación de Fernando Serrano como presidente.

Este político, cercano al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fue apartado de la presidencia de la comisión de control de la caja por una decisión de la Comunidad de Madrid, administración encargada de la tutela de la entidad. Sin embargo, un auto emitido por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha permitido que Serrano pudiera acudir a la reunión de la comisión de ayer.

Su regreso a citado órgano de gobierno -encargado, entre otras cosas, de iniciar el proceso de aprobación de cuentas de la caja- desterró la tranquilidad que ha imperado tan sólo durante la Semana Santa. De acuerdo con fuentes conocedoras de la reunión de ayer, tanto el representante de Partido Socialista de Madrid, como el de Izquierda Unida o los de los sindicatos (CC OO y UGT), así como los del sector aguirrista del Partido Popular, reclamaron a Serrano que aceptara la renuncia del cargo en aras de la normalización de la comisión de control, a lo que éste se negó.

Tras este debate, los miembros de la comisión aceptaron continuar con el orden del día -con Serrano como presidente-, y decidieron convocar una nueva reunión para el jueves, en la que aprobarán las cuentas presentadas por el consejo de administración.

Las cuentas, el jueves

La comisión de control de Caja Madrid decidió ayer continuar con su trabajo normal, a pesar de la bronca a raíz del regreso de Fernando Serrano a la presidencia. El órgano de gobierno acordó reunirse de nuevo el jueves para aprobar las cuentas de la caja.