Letras en recuerdo de Álvaro Noguera
Un libro repasa, con testimonios de quienes le conocieron, la vida del empresario valenciano.
Álvaro Noguera fue el mejor representante de la burguesía ilustrada y progresista del siglo XX de una Valencia en la que esa clase no alcanzó ni la influencia ni el protagonismo que sí gozó en otras zonas de España. Quizá por eso, el papel de este empresario no sólo en la economía, sino también en el desarrollo democrático de la sociedad valenciana fue clave y adquirió una dimensión quizá no suficientemente reconocida por la natural discreción del propio Noguera.
'A Álvaro le sobraba valor, frente a todo y frente a todos, valor para decir y valor para callar ..., siempre inquiriendo hacia dentro y hacia afuera la otra verdad de las cosas, la que ni se muestra ni se descubre, solo se intuye, en un alarde de suposiciones inconcretas, de ambigüedades, de desafíos frente a la certeza de la vulgaridad'. Esta descripción de la personalidad de Álvaro Noguera es de Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa, editor de CincoDías, y forma parte del libro Palabras para Álvaro, un recopilatorio de reflexiones sobre el empresario, desaparecido hace ahora tres años, y que ha editado la Fundación Libertas 7.
Noguera fue uno de los fundadores del diario El País y hasta su fallecimiento formó parte del consejo de administración de Prisa. El actual presidente del principal grupo de comunicación en español, Ignacio Polanco, recuerda que Noguera 'se sumó a la aventura cultural y política, no solo mediática, de lanzar un diario renovador en España, y lo hizo con una participación tan significativa que le convirtió en el tercer accionista de la sociedad'.
Polanco también recuerda el papel fundamental que jugó el empresario valenciano en un momento clave de aquella aventura. 'Apoyó decididamente la línea de independencia que lideraba mi padre Jesús de Polanco frente al intento de un grupo de accionistas que quisieron cambiar el rumbo editorial del diario a fines de los años setenta, cuando la influencia de El País era ya tan patente como incómoda para los sectores más inmovilistas de la sociedad y de la vida política españolas', recuerda el presidente de Prisa.
La lista de personalidades que participan en Palabras para Álvaro, la componen desde políticos como el ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, o el ex alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, hasta personas vinculadas a la cultura, como el editor Eliseu Climent, y a las finanzas y la empresa, como el presidente del Grupo Bancaja, José Luis Olivas, el aún subgobernador del Banco de España, José Viñals, o el consejero delegado del Banco de Valencia, Domingo Parra.
Precisamente, el Banco de Valencia ha sido una de las inversiones fundamentales de la familia Noguera, cuyos negocios se articulan a través de Libertas 7, sociedad que agrupa las participaciones de la empresa que tiene a su hija Agnès Noguera como consejera delegada. Unos negocios que, como tantas cosas en el caso de los Noguera, tenían un hecho diferencial respecto al resto de la economía valenciana, una apuesta por la Bolsa y por la transparencia propia del carácter del desaparecido empresario.
Más que un hombre de negocios
Álvaro Noguera fue mucho más que un hombre de negocios. En los testimonios que conforman el libro que se presentó ayer se destaca su ansia por saber, su avidez lectora y su interés por líneas de pensamiento complejas. Ese perfil más alejado del hombre de negocios tuvo un papel esencial en la Valencia que intentaba despertar del letargo cultural al que la había llevado el franquismo. A finales de los sesenta, Noguera impulsó y financió un espacio ya mítico, el Studio, una sala donde se representaron obras que desafiaban la censura de la época. Acogió a representantes de una cultura que el régimen perseguía, como Fernando Arrabal, Rafael Alberti, Els Joglars, Ovidi Montllor, Lluís Llach o Raimon.Amante del cine y la literatura, Álvaro Noguera tenía una pasión particular. Los soldaditos de plomo. En vida no pudo ver el museo que su familia, a través de la Fundación Libertas 7, ha abierto en el centro de la ciudad, en el barrio donde vivió y trabajó el empresario. Precisamente la recaudación del libro se destinará a la ampliación y difusión de este museo.