A los ejecutivos españoles les preocupa tener caja
El presidente de PwC, Carlos Mas, analiza la situación económica y las oportunidades que ofrece la crisis.
Optimista por naturaleza, al presidente de PricewaterhouseCoopers, Carlos Mas, le gusta mirar por el espejo retrovisor para analizar los factores que han originado esta crisis y continuar carretera adelante, 'ya que el horizonte es despejado'. Y aunque su actitud es positiva cree que en los últimos tiempos se ha pecado en exceso de optimismo. 'En 2007 todo era maravilloso, vivíamos por encima de nuestras posibilidades, existía un exceso de crecimiento en todas partes, todo estaba apalancado, había burbuja inmobiliaria, precios que crecían, todo iba bien, había riqueza y una gran confianza en los agentes económicos'. Es más, 'nadie dejaba de actuar ante estímulos de crecimiento'. Había un exceso de oferta del sistema financiero, de oferta de servicios. Además, competir en un mundo global era bueno para el crecimiento y también porque la riqueza se distribuía de manera diferente a nivel mundial. 'Generamos un efecto tormenta con un efecto centrifugadora y vamos hacia la desaparición del crecimiento, de la confianza y de la capacidad', aseguró ayer Mas, protagonista de los Desayunos Esade, organizados por la citada escuela de negocios y Criteria Caixa Coro y en los que colabora CincoDías, donde analizó los retos de las organizaciones en este nuevo escenario económico.
En primer lugar, han cambiado las preocupaciones y los riesgos de las empresas, 'en los últimos años se quejaban de problemas de sobrerregulación, de temas energéticos, mientras que ahora la incertidumbre se centra en no saber qué va a ocurrir con la economía'. Y un indicador de lo que sucede en todo el mundo está en los datos de ralentización económica en Estados Unidos, donde la última previsión es cerrar el año con un PIB de negativo del 2,7%. Esto afecta a las demás economías. Según Mas, sólo China e India van a resistir, 'el resto de la economía mundial está en recesión'. Los países del Este, Brasil, Rusia, que se presentaban como alternativas para los inversores, se han parado en seco.
Lo que se necesita es 'cash'
Haciendo un juego de palabras con la famosa canción de The Beatles, All you need is love, Carlos Mas aseguró que hoy día todo lo que se necesita es tener cash, o lo que es lo mismo, tener caja. 'Hasta hace nada el que tenía caja era despreciado, había que estar apalancado, cuando ahora se ha visto que tener tesorería es fundamental'. Las empresas deben exigirse entre la liquidez y la solvencia. 'En estos momentos, la caja es el rey, no el plan estratégico, que hay que conectarlo con el plan de tesorería', señaló el presidente de PwC, quien agregó que los máximos responsables de las empresas españolas, según un estudio realizado por la consultora, tienen una gran desconfianza de dónde van a sacar los recursos para financiar el crecimiento. Y otro dilema que se plantean las empresas son los costes, y la tendencia es convertir los fijos en variables.
'En la consultora hemos acordado mantener el esfuerzo en costes, por ejemplo en I+D, que es lo que nos va a ayudar a salir de la crisis potenciados'. Otro punto definitivo es la retención del talento. 'Lo que genera valor a la empresa son los equipos, y una vez que salgamos de esta situación se estará mejor preparado, se tendrá un mayor compromiso. Ahora es el momento para desarrollar talento, porque en momentos de crisis es cuando más se aprende', explica.
Habrá industrias que tendrán que reinventarse y con ellas sus profesionales, 'hay que adaptarse al medio hostil, pero la clave está en diferenciarse para buscar ventajas competitivas, en ser un referente y ser diferente'. Porque, según Carlos Mas, en el mundo actual hay que tener una estrategia, analizar las inversiones, redefinir el modelo comercial y de stakeholders, y adaptar otros modelos de riesgo. 'Existe un mayor riesgo de que la estrategia no se pueda cumplir y de una mayor volatilidad'.
Sobre el futuro, prosiguió, es necesario volver a definir el éxito, que ha de pasar por la conciliación del corto con el largo plazo. 'Hay que buscar un equilibrio entre ambos y tener paciencia, a pesar de la presión que tenemos por el crecimiento. La supervivencia hay que buscarla en décadas, no es trimestres'. Y añadió que sobre la reunión del G-20, que se celebra hoy en Londres, hay muchas expectativas, pero 'una corriente sobreproteccionista no conduce a nada'.
Una encuesta muestra el pesimismo de los directivos
Los ejecutivos españoles no se muestran especialmente entusiasmados con la situación económica que se está viviendo. Según un estudio realizado por PricewaterhouseCoopers, elaborado entre 1.100 presidentes y consejeros delegados de todo el mundo, el 21% confían en que su empresa va a crecer en los próximos tres años. Sin embargo, sólo el 13% de los ejecutivos españoles confía en hacerlo. 'Hay una gran desconfianza y nos mostramos más pesimistas', aseguró ayer Carlos Mas. También son los más preocupados de Europa 'por el acceso al crédito, por el mayor coste del mismo y, en consecuencia, por el retraso en sus planes de inversión y de crecimiento'. Porque los planes de expansión de muchas empresas, según el presidente de PwC, están en el aire. Como también lo está el papel que está jugando el sector público en esta crisis. '¿Debe ayudar a la banca y a otros sectores, o es mejor decidir ajustar la oferta y la demanda? Que se ayude a la banca lo puedo entender, pero a otros servicios no lo entiendo'. Y agregó que el capitalismo tiene que encontrar la mejor salida para continuar hacia adelante.