AIG pide a los empleados la devolución voluntaria de la mitad del 'bonus'
Liddy defiende las primas por ser la 'fría realidad' del negocio.
El consejero delegado de AIG, Edward Liddy, se presentó ayer ante el Congreso para rendir cuentas sobre el escándalo que agita a EE UU, la compensación de 165 millones de dólares a 418 personas en el departamento de productos financieros de una firma rescatada con dinero público. El ejecutivo, defendió de mala gana la concesión de estos bonus 'de mal gusto' diciendo que estos pagos son 'la fría realidad del mercado' y la competencia, pero anunció que ha pedido a los empleados que han cobrado más de 100.000 dólares que devuelvan voluntariamente la mitad.
Según Liddy, algunos han devuelto lo pedido y otros lo han hecho al 100%. Los bonus repartidos han variado de 1.000 dólares a 6,5 millones de dólares. Según el fiscal de Nueva York 73 personas cobraron más de un millón de dólares y 52 de ellas, se han ido de la firma pese a que estos bonus son parte de la política de retención de personal. Se da la circunstancia de que esta división de AIG es la que ha funcionado como un hedge fund, sin supervisión, se ha convertido en un riesgo sistémico y ha creado un agujero que forzará la desintegración de la mayor aseguradora del mundo.
Uno de los legisladores, Barney Frank, ha pedido los nombres de quienes no han devuelto el dinero. Liddy dijo que teme por la seguridad de sus empleados y leyó una de las amenazas que ya se han recibido.
Liddy explicó que los contratos con los que se aseguraron estas compensaciones estaban en vigor antes de su llegada a la dirección de la firma en otoño y no se podían romper. Este ejecutivo fue nombrado por el Gobierno de George Bush para sustituir al anterior consejero delegado cuando se empezó a ayudar a AIG y su sueldo es de un dólar. Liddy reveló que la Fed sabía de la obligación contractual de pagar estos bonus desde hace tres meses y que Tim Geithner, el presidente del Tesoro solo se enteró hace dos semanas. Algunos legisladores republicanos están pidiendo la dimisión de Geithner.
El responsable de AIG, dijo que quedan 1.6 billones de dólares en posiciones tomadas por estos empleados que tienen que ser deshechas.
Obama: 'No podemos ser rehenes'
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer refiriéndose al conflicto desatado en AIG que cara al futuro hay que 'estar seguros de que no somos rehenes de las malas decisiones del pasado de este tipo de instituciones'. Visiblemente enfadado, Obama defendió a Geither, un secretario del Tesoro cuya tarea comparó a la de Alexander Hamilton (el primer responsable de este departamento).Obama dijo que canalizará su enfado de forma constructiva y pedirá al Congreso crear un organismo para regular firmas como AIG, algo que ahora es de competencia estatal y no federal.