Alejarse de la quiebra técnica
La explosión de la burbuja inmobiliaria es un aditamento extra con que carga la recesión en España. Y está admitido que uno de los factores que más contribuyó a hinchar el globo fue la generosidad crediticia con que las entidades regaron las economías familiares. Cuando las casas se revalorizaban más del 10% anual, suscribir una hipoteca por encima del 80% del valor contable del inmueble era pan comido, a pesar de las insistentes advertencias del Banco de España de que pasar ese umbral las convertía en créditos de alto riesgo. Y más en una situación adversa.
Sin embargo, fue el procedimiento practicado por muchos hogares para financiar con créditos hipotecarios la compra de activos no inmobiliarios, como coches y otros bienes duraderos. Pero la actual caída del precio de la vivienda ha llevado a un preocupante proceso que hace que quienes sólo hace un año suscribieron una hipoteca por el 100% del valor de la casa estén ahora en quiebra técnica, porque el valor de su vivienda (el activo) es inferior al importe de la hipoteca (el pasivo).
Los datos confirman que aquel error se está corrigiendo y la banca concede hoy la mitad de hipotecas por más del 80% del valor de tasación que hace cinco años. Es un ajuste saludable. Pero habrá que estar muy atentos para que no se esté sembrando la semilla de una nueva crisis antes de salir de esta.