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Finanzas

Londres y Berlín avanzan en la nacionalización de la gran banca

La nacionalización de la gran banca europea continúa imparable. El viernes, Londres ultimaba un incremento de su participación en Lloyds Group -que incluye al recién integrado Halifax-, hasta el 70%. Por su parte, el Gobierno alemán reclamaba ante el Parlamento la necesidad de tomar más del 75% de Hypo Real State para garantizar su futuro.

La entrada de participaciones del sector público en los grandes bancos europeos no cesa. Hasta finales de enero, 10 países del Viejo Continente habían desembolsado cerca de 125.000 millones para entrar en el capital de entidades financieras. Lejos de contenerse, esa factura sigue creciendo día a día.

Reino Unido, que ya ha gastado más de 40.000 millones para recapitalizar su gran banca, continúa con la escalada. Durante el viernes, Londres mantuvo una negociación abierta con Lloyds Banking Group -fruto de la fusión de Lloyds TSB y Halifax Bank of Scotland, cuarto y quinto banco del país- para ampliar las garantías sobre activos tóxicos.

De acuerdo con el diario Financial Times, el Ejecutivo podría avalar hasta 250.000 millones de libras (281.000 millones de euros) de la cartera de créditos de la entidad, a cambio de subir su participación del 60% actual hasta cerca del 70%. Downing Street controla un porcentaje similar en Royal Bank of Scotland, el segundo grupo financiero británico.

Mientras tanto, el Parlamento alemán debatía el viernes sobre una legislación ad hoc para habilitar la toma de control del debilitado Hypo Real State (HRS) por parte del Estado.

El ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, defendió la nacionalización prácticamente total de la entidad. En su opinión, adquirir el 75% es insuficiente. El Gobierno cree que es indispensable la intervención por la relevancia de HRS para la economía germana. El grupo ha recibido ya ayudas estatales por 87.000 millones.

Mientras, en Estados Unidos, Bank of America está investigando la pérdida de varios cientos de millones de dólares provenientes de la división de intermediación de Merrill Lynch. Estos números rojos no salieron a la luz cuando Bank of America compró esta entidad y tampoco cuando se aprobaron los 3.600 millones en bonos que se repartieron los directivos de Merrill.

El FMI pide que se refuerce la supervisión global

El FMI cree que a la vista de los fallos en la regulación y las amenazas para el sistema financiero es aconsejable reforzar la supervisión sobre entidades que supongan un mayor riesgo sistémico y ampliar la cooperación entre reguladores a nivel internacional. En la práctica eso se traduce en un mayor seguimiento de algunas firmas financieras, empresas de capital riesgo y hedge funds.El Fondo, que acaba de hacer públicos una serie de documentos sobre las lecciones de la crisis, sugiere una más efectiva regulación y cooperación y que se establezca como intervenir en entidades con problemas localizadas en varios países y cómo compartir las pérdidas.En clave macro económica y cara a la reunión del G20, el FMI sugirió que algunos gobiernos deben estar preparados para una segunda ronda de estímulos

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