La CE sólo propone retoques en el sistema de supervisión financiera
La Comisión Europea propuso ayer crear un órgano de vigilancia macroeconómica bajo los auspicios del BCE, pero descartó la creación de un supervisor único, función que deseaba asumir el emisor. Las normas sobre reservas bancarias, en cambio, sí que se revisarán para alinearlas con las aplicadas por el Banco de España.
La Unión Europea contará en 2010 con un renovado sistema de supervisión financiera, según las propuestas y el calendario anunciado ayer por el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso. Pero los cambios no serán tan profundos como reclamaban algunos actores ni acabarán con la preeminencia de los reguladores nacionales sobre sus respectivos mercados. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, por lo pronto, no verá colmado su deseo de convertirse en el supervisor financiero de la UE. Barroso descartó ayer la creación de esa figura porque, a su juicio, 'no sería realista' e, incluso, 'podría ir en contra del Tratado de la UE o, en todo caso, habría que reformar ese Tratado y como hay países dentro y fuera de la zona Euro, nunca llegaríamos a un acuerdo'.
El presidente de la Comisión prefiere apostar por el pragmatismo de las recomendaciones presentadas la semana pasada por el grupo de alto nivel que él mismo creó y que ha presidido Jacques de Larosière, antiguo director del Fondo Monetario Internacional.
Ese equipo rechazó expresamente que el BCE asumiera las labores de supervisión, entre otras razones, porque esa ampliación de competencias podría interferir con el objetivo principal del emisor, la estabilidad monetaria, y exponerlo a presiones políticas.
'No sería realista proponer un supervisor único porque nunca se lograría un acuerdo', afirmó Barroso
Larosière propuso, en cambio, que Fráncfort se limitase a controlar un Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos, que no es más que una revisión del actual comité de supervisión bancaria que ya existe en el BCE.
La Comisión secundó ayer esa propuesta, a pesar de las dudas de algunos analistas sobre su utilidad. Karel Lannoo, director ejecutivo del instituto de estudios CEPS (Centre for European Policy Studies) considera que 'el nuevo Consejo será un órgano desmadejado, más parecido a un pequeño parlamento que a un órgano de decisión real'. Pero la CE aseguró ayer que ese órgano remodelado 'estará bien situado para identificar los riesgos sintéticos a nivel europeo y emitir señales de alerta'.
La vigilancia de las entidades financieras, por tanto, seguirá siendo competencia de los reguladores nacionales. Y en línea con el informe de Larosière, Bruselas propone reformar los tres comités (bursátil, bancario y asegurador) que a nivel europeo agrupa a las autoridades nacionales de cada sector.
Los tres órganos, según la propuesta de la CE, podrían asumir en 2010 el derecho de veto sobre los llamados colegios de supervisores, que agrupan a las autoridades encargadas de vigilar a una entidad supranacional.
La CE también anunció ayer la revisión de las normas sobre requisitos de capital en el sector bancario para 'mitigar el carácter pro cíclico' del sistema actual. Bruselas presentará en otoño propuestas legislativas en ese sentido, y contempla la posibilidad de que los bancos, como ocurre en España, aumenten sus reservas durante los periodos de bonanza para hacer frente a la parte baja del ciclo. La CE también aumentará las exigencias de capital para las operaciones de titulización, incluso en el caso de activos que las entidades prevean vender a corto plazo.
España intenta dejar su impronta en el G-20
España intentará confirmar en Londres el próximo 2 de abril que no se ha abierto un hueco por casualidad en las reuniones del G-20 para la reforma del sistema financiero mundial.El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero envió ayer a su homólogo británico y anfitrión de la cita londinense, Gordon Brown, un detallado plan de diez puntos para sanear la gestión del sector bancario, recuperar la confianza de inversores y consumidores y estabilizar de una vez por todas la economía.Las propuestas, recogidas por la agencia EFE, intentan exportar el modelo de supervisión aplicado por el Banco de España y que ha convertido al sector financiero español en uno de los pocos de Europa que no ha necesitado, de momento, la entrada de capital público para sobrevivir.Con ese precedente como aval, Zapatero propone que se introduzcan a nivel mundial las llamadas provisiones genéricas o anticíclicas que obligan a las entidades a aumentar sus reservas en épocas de expansión del crédito.El presidente del Gobierno español también propone acabar con las zonas oscuras del sistema financiero mundial, para que ningún instrumento de inversión (menciona a los fondos de alto riesgo) ni ninguna transacción (con especial referencia a las realizadas por canales alternativos al mercado bursátil) escape al control de las autoridades.España también aboga por someter las remuneraciones de los ejecutivos a un estricto código de conducta. A ese respecto, la Comisión Europea anunció ayer que en abril revisará su recomendación sobre salarios de los directivos, pero no impondrá normas obligatorias.
'Hedge funds'
La CE anunció ayer que regulará los fondos de cobertura y de alto riesgo.Bruselas también presentará en abril propuestas legislativas para poner bajo supervisión la actividad de estos hedge funds.Los socialistas europeos, que lleva años defendiendo ese control, celebraron la propuesta de la CE, pero creen que los gestores de fondos tratarán de esquivar la regulación.