El laboratorio de ideas de 5J
Isidoro Martínez de la Escalera apuesta por la creatividad en Sánchez Romero Carvajal.
Convencional, dentro de una sorprendente oficina de diseño, ubicado en un polígono industrial de las afueras de Madrid. Así podría definirse el espacio en el que trabaja Isidoro Martínez de la Escalera, director general de Sánchez Romero Carvajal. Dentro del despacho, lo que más sorprende es la vitalidad de su inquilino. No en vano, esta semana acaba de entrar en uno de los vestíbulos más visitados del mundo, el food hall de Harrod's, donde el Mesón 5J, la división de restaurantes del grupo Osborne, ha inaugurado su primer espacio fuera de España, bautizado como The Ibérico Ham House.
Era un sueño del grupo Osborne y Martínez de la Escalera acaba de rematarlo. 'Yo me he unido al proyecto hace unos meses y la idea ya estaba en marcha, pero me lo tomado como algo personal. Con esta iniciativa lo que se ha corroborado es la confianza de Harrod's en 5J'. Porque la gran estrella del restaurante será, como no podía ser de otra manera, el jamón ibérico puro de bellota 5J de Sánchez Romero Carvajal. 'Pero Harrod's desde hace tiempo es reservista nuestro, esto significa que cuando tenemos nuestros jamones en bodega vienen a Jabugo (Huelva) y los eligen, luego se tienen entre 24 y 30 meses curando y, pasado ese tiempo, es cuando el cliente puede disponer del producto'.
El único inconveniente que le ve Martínez de la Escalera al restaurante londinense es el limitado grado de conocimiento de la cultura del jamón en el extranjero. Sánchez Romero Carvajal exporta sus productos a 19 países, produce 200.000 jamones al año y tiene intención de entrar este año en China y el próximo en Estados Unidos. Para presentar una imagen más sofisticada en el restaurante londinense han ideado una carta con forma de abanico goyesco, donde el plato estrella es la croqueta. En cartera tienen otras aperturas en ciudades como París, Tokio y Nueva York, 'no queremos perder la oportunidad de desarrollar un producto que puede agregarse a la lista de los más sofisticados del mundo, aunque todo está en una fase de evaluación debido a que el mundo está como está'.
Martínez de la Escalera, ingeniero industrial nacido en Barcelona hace 44 años, trabaja en el grupo Osborne desde hace un lustro y, después de haber desempeñado puestos de responsabilidad en un amplio abanico de compañías, entre ellas Antena 3 TV, Twentieth Century Fox o Procter & Gamble, asegura que el balance no puede ser más positivo. 'He estado en multinacionales, empresas que cotizan en Bolsa, en organizaciones familiares, y puedo decir que mi experiencia en este grupo ha sido motivadora, porque mi criterio y mis ideas se respetan y se han concretado en proyectos'.
Y lo que más le estimula a este ejecutivo es poder 'crear en el mundo de los negocios, poder hacer una evaluación de la estrategia de mercado, elaborar un plan, hacer acopio de los recursos y ejecutarlos'. 'En una multinacional, el órgano de decisión queda lejos, y en un grupo cotizado lo que importa es el corto plazo. Lo bueno es poder hacer cosas e intentar cambiar el entorno', afirma el directivo, promotor de una de las iniciativas empresariales más innovadoras de los últimos tiempos. Fue el encargado de convertir en objeto de deseo la botella azul de Solán de Cabras, filial que dirigió anteriormente, al lanzar la versión de cristal destinada a restauradores. Es consciente de la revolución que originó: 'Fue un producto cuidado al detalle, desde el tipo de cristal hasta el precinto, que es el mismo que se utiliza en unas mermeladas en Italia. Cuando lo presenté al consejo de administración les dije que lo miraran con el corazón, no desde el prisma de los números'.
Se considera dialogante, cree que sabe delegar autoridad y responsabilidad e intenta ser justo en ese balance. 'Creo que tengo un alto nivel de empatía y eso me ayuda a intentar ver las cosas desde distintos puntos de vista'. Y piensa que es bastante creativo, 'le doy vueltas a las cosas siempre, en la ducha, en el avión, jugando al golf..., forma parte de mi vida'. Además, imparte a su equipo cursos de creatividad y aplica técnicas para fomentarla. 'Es el valor añadido que tiene un gestor'.
Los dibujos de sus hijas
Entre papeles y carteles de la esencia de su negocio, el jamón, Isidoro Martínez de la Escalera tiene sobre su mesa los dibujos que le han hecho sus dos hijas, Clara y Lucía. 'Siempre me acompañan y los tengo cerca de mí, además mis hijas son muy creativas'. El despacho que ocupa se encuentra en el antiguo almacén del grupo Osborne en Madrid y está presidido por los carteles de la campaña de prensa del jamón 5J, 'me encantan porque reflejan toda la belleza que tiene este producto'.Sobre el horario, asegura que tiene flexibilidad absoluta y sabe dejar espacio a los demás. 'Sólo me muevo por el trabajo hecho; soy muy coherente con esa filosofía y la aplico al resto del equipo. En el mundo en el que vivimos es muy difícil regirse por los horarios'. Martínez de la Escalera es de verbo fácil y de discurso nítido. 'Me gusta que todo el mundo tenga claro lo que hay que hacer y que disponga de autonomía para ejercer su labor'.Asegura que Osborne 'ha cerrado 'bien' 2008, pero en estos momentos de incertidumbre económica, donde no se sabe muy bien qué sucederá, 'hay que tener los pies en el suelo, es la base de nuestra gestión'.