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Crisis económica

Francia rechaza la acusación de proteccionismo económico y pide un plan europeo de apoyo al motor

El primer ministro francés, François Fillon, rechazó hoy las acusaciones de proteccionismo contra su país por las medidas de ayuda a los fabricantes de automóvil e insistió en que la Unión Europea (UE) debe poner en marcha un plan conjunto para garantizar la supervivencia del sector a largo plazo.

El primer ministro francés, François Fillon, rechazó hoy las acusaciones de proteccionismo contra su país por las medidas de ayuda a los fabricantes de automóvil e insistió en que la Unión Europea (UE) debe poner en marcha un plan conjunto para garantizar la supervivencia del sector a largo plazo.

En las medidas francesas "no hay nada, de cerca o de lejos, que sea proteccionista", aseguró Fillon a los periodistas tras entrevistarse con el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso .

El jefe del ejecutivo comunitario mostró comprensión hacia el Gobierno francés, pero recalcó que ningún Estado miembro puede adoptar medidas que perjudiquen a sus socios.

El primer ministro explicó que, ante las "graves dificultades" de financiación que afrontan los constructores y tras constatar que el Banco Central Europeo no podía facilitarles créditos directos, al Gobierno francés no le ha quedado otra solución que "prestar nosotros".

Incidió en que la única condición a cambio de las ayudas -préstamos directos a Renault, PSA y Renault Truck por valor de 6.500 millones de euros- es que no haya cierres de plantas de ensamblaje en territorio francés.

Hizo hincapié en que "la opinión pública no aceptaría" que, después de recibir esa cantidad de dinero público, las empresas acometieran cierre de fábricas o despidos.

Fillon también destacó que las marcas francesas cuentan con factorías en muchos otros Estados miembros -como España o la República Checa-, que dejarían de funcionar, advirtió, si aquellas se quedan sin dinero.

Respecto a las reservas mostradas por la Comisión Europea sobre la compatibilidad del plan francés con la legislación comunitaria sobre ayudas de Estado, el primer ministro francés reseñó tras reunirse con su homólogo belga, Herman Van Rompuy, que las medidas "se encuadran perfectamente en los tratados" de la UE.

Por su parte, Durao Barroso aseguró que "comprendemos las intenciones" del Gobierno francés, pero dejó claro que ningún esquema de ayuda puesto en marcha por un Estado miembro puede tener "efectos colaterales negativos" en los otros socios.

Bruselas es consciente de la importancia del sector del automóvil para la economía europea, aseguró Durao Barroso, quien también se mostró favorable a la formulación de un plan de apoyo a nivel europeo, algo que sólo es posible, recalcó, si los gobiernos lo apoyan.

El político portugués indicó que la Comisión procederá ahora a analizar el plan francés para verificar si respeta las normas del mercado único y, en definitiva, defender a los trabajadores europeos.

Esto "también va en interés de Francia", afirmó Durao Barroso, pues "mañana puede ser otro país" el que adopte medidas que perjudiquen a los trabajadores franceses.

Fillon replicó a Durao Barroso que, dada la gravedad de la situación, "la mejor manera de defender los empleos es ayudar a las empresas a encontrar financiación".

Según el primer ministro francés, estamos ante una "situación excepcional" y hace falta adoptar "medidas urgentes".

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