Brown acusa a Royal Bank de haber asumido 'riesgos irresponsables'
El primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, cargó ayer contra los gestores de Royal Bank of Scotland (RBS) por haber asumido 'riesgos irresponsables'. Brown, que presentó una segunda fase de su plan de rescate de la banca (valorada en 110.000 millones de euros), criticó algunas decisiones de RBS que le han llevado a sufrir unas pérdidas de 30.000 millones en 2008.
El flemático Gordon Brown perdió ayer la poca paciencia que le quedaba para aceptar nuevos reveses del maltrecho sector bancario británico. El primer ministro de Reino Unido, que ayer presentaba una ampliación por 100.000 millones de libras (110.000 millones de euros) en su plan de rescate de la banca, criticó duramente a los gestores de Royal Bank of Scotland (RBS).
Este peso pesado de la banca de Gran Bretaña reconoció ayer pérdidas multimillonarias en 2008. En concreto, los números rojos ascenderán a 28.000 millones de libras (30.000 millones de euros), los mayores registrados en la historia del país.
Este anuncio fue el detonante para que el premier cargara contra los administradores de RBS. 'La mayor parte de sus pérdidas se debe a las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos y a la compra de ABN Amro. El banco asumió estos riesgos irresponsables con los ahorros de los británicos', señaló Brown, y añadió que la decisión de adquirir el citado banco holandés 'fue equivocada'.
En 2007, la opa hostil por 71.000 millones de euros que RBS, Santander y Fortis lanzaron sobre ABN se consideró una operación osada y brillante. Sin embargo, tras el comienzo de las turbulencias económicas, dos de los miembros del consorcio (Fortis y Royal Bank) han recibido ayudas públicas para evitar su quiebra. El encarecimiento de la financiación mayorista ha sido una losa muy pesada para ambos.
El arrebato de Brown se produjo justo cuando el Tesoro británico había anunciado su intención de convertir los 5.000 millones de libras que tiene en acciones preferentes de RBS -desde el primer rescate, en octubre- por acciones ordinarias. Con esta decisión, la participación estatal en RBS rozará el 70%.
Las acciones de RBS cayeron ayer un 66,6% por el temor de los inversores a que el banco sea completamente nacionalizado. El consejero delegado de RBS, Stephen Hester, reconoció que la posibilidad de que el Estado tome pleno control sobre la entidad se había debatido durante el fin de semana con el Gobierno, pero que era una medida que 'todos queremos evitar'.
Los malos datos de RBS arrastraron la cotización de otros bancos británicos. Los títulos de Lloyds se desplomaron un 34% en sus primer día en Bolsa tras integrar HBOS, mientras que los de Barclays cayeron un 10%. Para tratar de poner fin a la debacle, el nuevo plan de rescate de la banca asegurará hasta un 90% de las pérdidas provocadas por los activos tóxicos que las entidades tienen en su balance, a cambio de un pago en efectivo o acciones. Esta segunda fase, valorada en 100.000 millones de libras, se suma al primer tramo, que desembolsó 37.000 millones de libras.
Otros países europeos se desmarcaron ayer de la situación de Reino Unido. 'La posición de la banca francesa no es la misma que la británica', aseguró ayer Christine Lagarde, ministra gala de Finanzas, mientras que en Alemania se debate sobre la creación de un banco público que compre activos tóxicos.
El Banco de Inglaterra dará fondos a empresas70%
En un esfuerzo para mejorar la financiación a la economía real, el Banco de Inglaterra contará con 50.000 millones de libras (55.200 millones de euros) para prestar directamente a algunas grandes compañías británicas. El responsable de Economía del Ejecutivo, Alistair Darling, explicó ayer que el instituto emisor tomará a cambio 'títulos y activos' que podría vender 'una vez que la economía empiece a mejorar'. Brown aseguró que se trata de una medida necesaria para reactivar el crédito y compensar el retroceso del sistema bancario mundial. Hasta ahora, el Banco de Inglaterra tan sólo podía inyectar liquidez a la economía prestando a las entidades financieras. Otra de las medidas que ayer adoptó Londres para reactivar el crédito atañe a Northern Rock, rescatado en febrero de 2008. El Gobierno permitirá a la entidad que devuelva su deuda con el Tesoro a un ritmo más lento, para que pueda seguir concediendo hipotecas.