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A fondo

Guerra de fondos para la financiación

El debate sobre la reforma de la financiación encara su recta final con una propuesta del Gobierno encima de la mesa que reúne suficientes condiciones para contentar a todas las comunidades. Economía ha ideado un nuevo modelo que, articulado a través de tres fondos, beneficia más a las comunidades ricas pero también aumenta los recursos de las regiones menos desarrolladas.

Fondo de Garantía

Su nombre completo es Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales. Es el fondo más importante y constituye la principal novedad del sistema. Se nutrirá de una parte de los recursos de las comunidades y, como su nombre indica, servirá para garantizar los servicios fundamentales, que el Gobierno -siguiendo la propuesta catalana- identifica con sanidad, educación y servicios sociales. Ahora, la discusión se centra en dirimir qué porcentaje del gasto de las comunidades corresponde a estas tres áreas. Cataluña dice que implica entre un 65% y un 75% de los recursos autonómicos, mientras que Economía sostiene que no puede bajar del 80%. Más allá de este debate, este fondo supone la aplicación práctica de la famosa 'nivelación parcial' que reclama Cataluña. Significa limitar la solidaridad interterritorial a esa tres competencias (sanidad, educación y servicios sociales).

Con el actual sistema, todos los recursos autonómicos sirven a la solidaridad; con el nuevo modelo habrá un porcentaje que se salvará y, según el documento del Gobierno, 'constituirá capacidad fiscal autónoma de cada comunidad'. Así, aquellos territorios más dinámicos, como Madrid o Cataluña, saldrán beneficiados porque gozarán de más recursos que no deberán destinar a la solidaridad.

Fondo de Suficiencia Global

Viene a sustituir al actual Fondo de Suficiencia, y se le añade el término 'global', ya que su función es asegurar la financiación para el resto de competencias transferidas que no llevan la etiqueta de 'fundamental'. Se mantiene como el mecanismo de cierre del sistema. 'Es la diferencia entre las necesidades globales de financiación de cada comunidad y la suma de la capacidad tributaria y la transferencia del fondo de garantía', señala el texto del Gobierno. Es decir, el Fondo de Suficiencia Global servirá a aquellas comunidades que con el Fondo de Garantía y con sus recursos no alcancen a financiar todas sus necesidades. Con el modelo actual, sólo Madrid y Baleares pueden prescindir del Fondo de Suficiencia, que en 2006, ascendió a 32.400 millones, casi el 30% del total de los recursos autonómicos. Sin embargo, de aprobarse el nuevo modelo, es probable que más comunidades queden fuera de este fondo. Ello es así porque el Gobierno ha aceptado aumentar hasta el 50% el porcentaje de cesión a las comunidades del IRPF e IVA, cuando hasta ahora recibían el 33% y el 35% respectivamente. El cambio no es baladí, ya que se trata de los dos impuestos más importantes por recaudación. Al acceder a este aumento de recursos, es probable que más regiones logren, sin el Fondo de Suficiencia, cubrir la totalidad de sus necesidades.

Fondo de Convergencia

Supone el tercer fondo del sistema y sirve tanto a las comunidades ricas como a las pobres, un término que desagrada por igual a unas y a otras. De momento, se subdivide en dos fondos: el de competitividad y el de cooperación. El Fondo de Competitividad está pensado para evitar situaciones como la actual, donde se producen diferencias abismales en la financiación per cápita entre territorios. Con los datos que maneja Economía, este fondo beneficiaría a comunidades como Madrid, Baleares o Cataluña, entre otras. Sin embargo, las reglas concretas del reparto aún deben decidirse.

El Fondo de Cooperación, por su parte, viene a contentar a las comunidades más pobres o, dicho de otra forma, con una renta per cápita menor. Su objetivo es reducir las diferencias de desarrollo entre los distintos territorios. Es importante destacar que los fondos de convergencia se nutrirán de recursos del Estado. El ministro de Economía, Pedro Solbes, reconoce que el modelo se traducirá en un mayor déficit para el Estado, aunque también apunta que debería servir para que las comunidades se acerquen a la hoy utópica posibilidad de cosechar superávit.

Las autonomías ven con buenos ojos el Fondo de Convergencia pero esperan a conocer su peso para dar el sí quiero definitivo. Esta semana o la siguiente, el Gobierno enviará a las regiones las cifras del nuevo modelo.

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