'El verdadero drama de esta crisis lo están viviendo las pymes'

El directivo, ex jugador de baloncesto, dice que la desaceleración no acabará con los eventos de empresa y los viajes de incentivos.

Alberto Díez (Barcelona, 1978) ha conseguido algo muy difícil para la gran mayoría de deportistas de élite: una salida profesional tras dejar el deporte. Como jugador de baloncesto militó en el Joventut de Badalona y ahora es el director general de AD Group, la compañía que él mismo fundó en el año 2000 para organizar eventos de empresas. Explica que encontró su camino por casualidad, 'todavía jugaba profesionalmente cuando organicé una presentación de vinos entre deportistas, para unos bodegueros conocidos de mi familia. Me gustó y ahí empezó todo'.

¿Qué tipo de celebraciones organizan, para qué clientes?

Estamos especializados en la organización de eventos exclusivos. Uno de los últimos lo hemos organizado para General Cable en Barcelona. Durante tres días 100 clientes invitados por la empresa pudieron degustar menús de Sergi Arola, visitar las cavas de Codorníu, cenar en Casa Batlló con catering de El Bulli de Ferran Adrià, y visitar el Palau de la Música y el Liceo, donde Ainhoa Arteta les ofreció un recital de ópera. Otro de los almuerzos fue ofrecido por Carles Gaig. El marketing gastronómico es una de nuestras especialidades. También tenemos una firma de gestión de espacios únicos, con palacetes que abrimos sólo para la ocasión. Nuestros clientes tipo son las 200 empresas más grandes que operan en España, ya sean españolas o extranjeras.

'Ahora más que nunca es necesario atraer y fidelizar a los clientes'

Este tipo de eventos parece ser de lo primero que se prescinde en malos tiempos. ¿Cerrarán el año de acuerdo a los 12 millones de facturación previstos?

Sí, gracias a que hemos empezado nuestra expansión. En España hemos notado el mercado algo parado, aunque de momento sólo se están posponiendo decisiones. Pero sí que es verdad que venimos de una buena época y vamos a otra no tan buena. Ahora el 80% de nuestra facturación proviene de España y el 20% del extranjero.

Pero las empresas están peor, se tiene que notar.

Hay sectores que viven momentos muy complicados, como la automoción, pero siguen pidiéndonos actos, porque lo que no pueden permitirse es perder clientes. Ahora más que nunca es fundamental la atracción y la fidelización de clientes. Y también hay otros sectores que no lo están notando en absoluto, que siguen con el mismo presupuesto. Quizá las empresas que están haciendo menos acciones de este tipo sea también por una cuestión de imagen, sectores que pueden recibir ayuda de las administraciones tienen que ser muy cuidadosos en estas cuestiones. En realidad, la crisis está siendo nefasta para las pymes, la mayoría del tejido empresarial español, para ellos es un drama porque su socio tradicional la banca, les está cerrando el grifo, pero nuestros clientes son las grandes empresas.

¿Cuál es su previsión para 2009?

Esperamos crecer un 10%, porque estamos ganando muchas cuentas. El sector está atomizado, hay muchas empresas que organizan eventos, pero todas muy pequeñas, y las compañías quieren correr menos riesgos y buscan más las compañías grandes como la nuestra. El nuestro es un sector poco maduro en España, las primeras firmas de organización de eventos nacieron hace tan sólo 15 años. Hasta entonces eran las agencias de viajes las que se encargaban de organizar las reuniones y los viajes de incentivos de manera intuitiva.

Tienen previsto abrir en Dubai.

Hay unas 600 empresas españolas con una fuerte presencia en la zona y hemos organizado muchos eventos allí, en Emiratos Árabes. En realidad nuestro crecimiento siempre ha estado guiado por nuestros clientes, que nos demandaban servicios que no teníamos. Nuestro crecimiento en Latinoamérica ha ido de la mano de las firmas españolas allí. Organizábamos muchos actos en la zona y acabamos abriendo en São Paulo y en Miami y en Abu Dabi nos está pasando lo mismo. También valoramos la apertura en Shanghai en el año 2010. Ahora tenemos una plantilla de 35 personas, 20 de ellas ubicadas en Madrid, aunque nuestra sede está en Barcelona.

¿Tienen proyectos ya encargados para 2015?

Son grandes congresos y convenciones a nivel europeo. Por ejemplo, estamos ya trabajando en uno en una ciudad centroeuropea para 2015, al que asistirán 5.000 personas. Lógicamente eso es algo que tienes que preparar con mucha antelación. Quizá sea por eso por lo que no estamos notando demasiado la crisis, por la antelación con la que trabajamos, los congresos y las reuniones de incentivos que se tienen que celebran en los próximos años ya están planeados.

¿Cómo ve el futuro del sector? ¿Pueden ser competitivas las empresas españolas?

Tenderá a la concentración cada vez más. Cuando trabajamos para las grandes del Ibex nos encontramos con la competencia de grandes firmas alemanas, inglesas o americanas, así que las españolas están en cierta manera obligadas a ganar tamaño también. En cuanto a las capacidades de las españolas, se valora mucho nuestra creatividad en el mundo anglosajón, es una de nuestras grandes virtudes, una firma española puede entender mejor que lo que quieren la empresa son emociones únicas. Y para el sector, en general, la crisis va a hacer más necesario que nunca estar cerca del cliente, tocarlo. Las empresas saben que el cliente es su activo más estratégico y que tienen que cuidarlo.

A la búsqueda de emociones únicas y localizaciones exclusivas

Una de las bazas con las que cuentan las firmas que se dedican a la organización de eventos de empresa es la capacidad de ofrecer experiencias exclusivas y localizaciones únicas. En ese sentido, Alberto Díez, director general de AD Group, cuenta que el verano pasado realizó con su equipo una prospección en 20 países, 'buscando precisamente eso, experiencias únicas, algo que no ofrezcan otros. Estuvimos viendo posibles localizaciones para cenas en el mar Rojo o la posibilidad de celebrar algún acto en una pirámide o un templo de Kioto que nunca se ha abierto para una empresa española'.Díez explica que el evento más peculiar que han organizado su empresa es una fiesta de aniversario en un hotel de Barcelona para un miembro de una familia inversora de Kuwait. 'Nos llamaron el último día laborable antes de Navidad y tuvimos que decorar todo el hotel de rojo, un pasillo de entrada de los invitados en rojo, los coches de lujo en los que llegaban también en rojo, fue una locura'.