_
_
_
_

264.960 minutos de Sarkozy. ¡Y un segundo!

¡Qué pequeño se le va a hacer el Elíseo a partir de mañana a Nicolas Sarkozy! ¡Y qué grande va a parecer la Unión Europea sin el presidente francés dando saltos de una esquina a otra del continente!

Han sido sólo seis meses de Nicolas Sarkozy como presidente de la UE, pero parece difícil imaginar al francés sin su juguete y al club sin su cabeza más visible en mucho tiempo. Apenas 264.960 minutos que a él le deben haber parecido un suspiro, pero que han dejado extenuado a más de un diplomático comunitario y a la canciller alemana Angela Merkel al borde del ataque de nervios.

Sarkozy ha celebrado cuatro cumbres europeas, cuando lo normal son dos. Convocó por primera vez una reunión presidentes de Gobierno de la zona Euro para combatir la crisis financiera. Por el mismo motivo, impulsó la reunión el G-20 en Washington. Voló una y otra vez a Tiblisi y Moscú hasta que frenó la invasión rusa de Georgia. Atosigó al Gobierno irlandés hasta que Dublín se comprometió a convocar un segundo referéndum sobre el Tratado de Lisboa. Y a pesar de esa frenética actividad, incluso tuvo tiempo para acudir a la presentación del nuevo disco de su esposa Carla Bruni.

Bruselas, sin duda, va a ha echar de menos al incansable presidente francés, aunque sólo sea por su capacidad para cortar por lo sano los interminables debates y para purgar la insufrible prosodia de los textos comunitarios. Sus modales de billar han acabado durante seis meses con la anquilosada corrección diplomática que atenaza las instituciones europeas. El tiempo dirá si los acuerdos que Sarkozy ha forjado tienen fondo o eran una cortina de humo. Pero los pasillos del Consejo Europeo parecen más aireados después de 264.960 minutos y un segundo de vendaval.

Archivado En

_
_