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Secretos de despacho

Un rincón para el cliente en Adecco

Enrique Sánchez trabaja en un espacio sencillo y cómodo para las visitas.

No tiene especial apego a los espacios. Enrique Sánchez, sevillano de 41 años, presidente de Adecco España, asegura que puede trabajar en cualquier rincón y tampoco tiene que estar cuidadosamente ordenado. 'Porque soy bastante desorganizado y muy dependiente de mi secretaria, ya que he progresado poco a lo largo de mi carrera en el aprovechamiento de las tecnologías'. En este aspecto se quita méritos y afirma que le gustaría ser un poco más autónomo de lo que es. 'Reconozco mis puntos débiles y sé muy bien en lo que tengo que progresar y en lo que puedo ser más útil a la organización'. Aunque advierte que, en algunas cosas, difícilmente podrá cambiar, en otras hace propósito de enmienda.

En el despacho, decorado de manera simple y sin sillones y alfombras y ubicado en pleno barrio madrileño de Salamanca, afirma que no tiene nada valioso porque 'no es un espacio para mí sino para el que se reúne conmigo'. Por tanto, tan sólo acumula recuerdos y regalos que le han hecho, 'experiencias que has vivido con gente'. Por lo demás, ni rastro de fotografías, tan sólo una fotografía de hace unos años de sus hijos, y objetos personales. 'No tengo cuadros porque entiendo que el despacho es para trabajar, no es el salón de mi casa'. Le da valor a la luz natural que entra por el amplio ventanal. 'Lo valoro porque cuando he sido director general he tenido durante tres años un despacho interno'.

La puerta siempre la tiene abierta, aunque pasa la mitad de su jornada laboral fuera de esas cuatro paredes. 'No me gustar estar encerrado, prefiero que haya bullicio, no encuentro en el silencio un aliado para hacer mejor las cosas', afirma Sánchez. Trabaja una media de 10 horas al día, 'pero no me siento satisfecho porque siempre que puedo hago mi labor en ocho horas'. Defiende el balance entre la vida personal y laboral como clave para el desempeño profesional. 'Cada vez me voy haciendo más mayor y necesito más cosas que no encuentro en mi trabajo, como es la relación con mis hijos, con la familia y con los amigos'. Reconoce que hace unos años era más dependiente del trabajo, 'y todavía es inevitable no llevar estos temas en la cabeza, pero hay que saber desconectar'.

'En estos momentos hay que crear un buen ambiente de trabajo y soluciones para los clientes'

Enrique Sánchez asegura que nunca ha trabajado para llegar a ser presidente de la compañía, 'siempre lo he hecho como parte de un proyecto, sumando pequeños logros, haciendo cosas, teniendo metas en el día a día'. Habla con una gran campechanería, sin protocolos y de forma muy directa, creando un ambiente confortable en el que transcurre la conversación. Dice que si por algo se caracteriza es por ser agradecido. Y lo está a Adecco por haber confiado en él, pero a pesar del cargo afirma que sigue estando motivado porque 'sigo siendo útil y me estimula mucho gestionar cuando existen dificultades como en estos momentos tan delicados para la economía'.

Cree que actual crisis hay que afrontarla con un reconocimiento de la situación, 'analizando qué se pude hacer y cuáles son los influenciables'. Entre las cosas que puede aportar él a la compañía destaca sobre todo la creación de un entorno agradable para que la gente se encuentre motivada y la puesta en marcha de soluciones y servicios para los clientes. 'Hay que encontrar planes de acción, así como generar un ambiente de trabajo para las personas que te rodean y sobre todo para los clientes, que son empresas que pueden estar afectadas por el ciclo económico', apunta Sánchez. Lo que si advierte es que el momento es especialmente delicado porque España ha progresado muchísimo en los últimos años, las tasas de desempleo habían desaparecido y las empresas habían ganado mucho dinero, 'pero ahora se va a menos y nos tenemos que acostumbrar a ello'. Adelanta que como primera medida habría que encontrar un entorno de 'flexiseguridad', esto es, aportar flexibilidad para poder adaptarse al momento actual. Y reclama tanto a empresarios, sindicatos y gobierno una apuesta firme por la formación, clave para la competitividad. 'Los países más prósperos son los que tienen una sociedad bien formada'.

Una pizarra como compañía

Lo que tiene de más valor en el despacho es una pizarra con sus rotuladores. 'Me ayuda a compartir ideas y siempre tengo que tenerla cerca porque lo apunto todo y me gusta explicar las cosas con su ayuda', explica. De lo que tampoco se desprende es de su cuaderno, 'cuando todos van con ordenador portátil yo sólo utilizo el papel'.Enrique Sánchez reconoce que es bastante nervioso y cree que siente el deber de mejorar en esto. En cuanto a su tiempo libre asegura que en estos momentos lo que más le satisface es dedicárselo a sus tres hijos, 'es el punto que me hace más tolerante en todos los órdenes de mi vida'. Para Enrique Sánchez, la relación con los niños le hace ver que en esta vida todo tiene sus matices, sus grises, 'ellos te obligan a entender diferentes puntos de vista y hacen que me molesten los planteamientos extremos'. En este sentido, afirma que 'se está suavizando'.Le gusta jugar al tenis, al pádel, al baloncesto y practicar esquí. 'Todo esto lo hago con mis hijos, para los amigos me reservo el mus'. Tiene otra pasión, además, los coches de perfil deportivo.

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