El Senado veta los Presupuestos y los envía sin modificaciones al Congreso
Pese a la apariencia formal, el equipo económico del Gobierno respiró ayer tranquilo. Los Presupuestos de 2009 fueron vetados por el Senado gracias al respaldo que el PP y CiU dieron a Esquerra Republicana, pero esta circunstancia impidió que la oposición introdujera en el proyecto de ley cambios no queridos por el Ejecutivo. En todo caso, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, admitió que estos Presupuestos nacerán 'desactualizados' debido a la brusquedad con la que ha impactado la crisis económica.
El éxito del veto, que intentó ser vendido desde la oposición como un serio varapalo político al Gobierno, no tendrá consecuencias graves. Quedan sin efecto las enmiendas introducidas por el Senado en el trámite de comisión, por un volumen algo superior a los 20 millones de euros pero, a cambio, el Ministerio de Economía se garantiza que el proyecto de ley regresa sin mayores distorsiones al Congreso. De hecho, volverá la semana que viene a la Cámara Baja sin ver modificada una sola coma y el PSOE tiene garantizada su aprobación gracias al blindaje que ha conseguido establecer con el Partido Nacionalista Vasco y el Bloque Nacionalista Gallego.
Pedro Solbes admitió ayer que como consecuencia de la brusquedad de la crisis, las previsiones económicas con las que el Gobierno elaboró los Presupuestos han quedado 'desactualizadas'. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, avanzó en el Congreso que la revisión de estas previsiones se realizará cuando ya estén aprobados los Presupuestos, una vez se remita a Bruselas el nuevo plan de estabilidad. El Gobierno, anunció también Ocaña, presentará a final de mes un 'plan de reequilibrio' macroeconómico con las previsiones actualizadas.
Pese a este desfase en las previsiones, tanto Solbes como Ocaña defendieron la utilidad de las cuentas de 2009. Su objetivo y también el de las medidas aprobadas en las últimas semanas por el Gobierno para reactivar la economía 'es que la crisis no se lleve por delante el tejido empresarial y no se cebe en las familias', advirtió Carlos Ocaña.
El cierre de la financiación, en breve
El calendario que maneja el Gobierno para cerrar la negociación sobre la nueva financiación autonómica que mantiene con las diferentes comunidades es cada vez más estrecho. De hecho, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, reveló ayer en el Congreso que el pacto puede cerrarse 'en cuestión de días'. Los principales obstáculos se están venciendo con los gobiernos de Andalucía y Cataluña, pues son los que han defendido posturas más extremas.Ocaña dejó entrever que el fondo de 8.000 millones de euros que el Gobierno va a inyectar a los ayuntamientos ha contribuido a que disminuya la presión de éstos para que se cierre en breve la nueva financiación local.