Creciente oposición política a la entrada de la rusa en Repsol
Rajoy califica la operación de 'inmoral e inaceptable', mientras que aumentan las reticencias dentro del PSOE.
La intención de la rusa Lukoil de hacerse con el 29,9% del capital de Repsol ha desatado un polvorín político. El presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó el domingo la operación de 'inmoral e inaceptable', al mismo tiempo que pidió al Gobierno que impidiera la entrada de Lukoil en el capital de la petrolera española.
En opinión del líder del PP, la operación pretende 'arreglar los problemas personales de una empresa promotora (en alusión a Sacyr, uno de los accionistas que Repsol que está dispuesto a vender su participación) que está apoyada por el Gobierno de España'. Rajoy añadió que 'se pretende vender a los rusos el suministro de energía, gas y petróleo español. Este partido se opone por razones de seguridad y estrategia nacional a que se venda ese suministro a una empresa rusa; para nosotros la luz, la energía y la gasolina son un instrumento de supervivencia, para otros son un instrumento de poder y para hacer política'. Concluyó recordando al Gobierno que 'hay soporte legal para poder evitarlo... Le pido al Gobierno que los impida'.
Pero no ha sido la única voz que se ha levantado en contra de esta operación, sino que dentro de las filas del propio PSOE también han surgido algunas discrepancias con ella. El ex presidente del Gobierno español, Felipe González, aseguró este fin de semana que 'en lo posible habría que evitar' la venta de Repsol YPF a la rusa Lukoil. González se mostró en absoluto desacuerdo con estas conversaciones, aunque prefirió no desvelar las razones. 'La operación me parece mal, es un error y en lo posible habría que evitarlo', matizó.
La líder de UPyD y ex diputada socialista, Rosa Díez, también se mostró contraria. Explicó que el Ejecutivo de Putin es 'un Gobierno precisamente no democrático que va a apoderarse de un sector estratégico de la economía española' y añadió que a eso se suma que Rusia es un país donde 'no existe libertad de mercado'. El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, reclamó al presidente del Gobierno español que 'dé un puñetazo en la mesa y mande parar' la adquisición de Repsol por Lukoil.
Por su parte, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, se defendió de los ataques de Rajoy al recordar que el Gobierno de José María Aznar, del que él formaba parte, fue el que 'arrojó' a Repsol al mercado con su privatización. 'Y ahora (Rajoy) debería saber que está privatizada y que la capacidad de actuar del Gobierno es más bien escasa por la decisión que en su día adoptó el PP', señaló.
Unos días antes, el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió el carácter español del grupo petroquímico y afirmó que el Ejecutivo estaría muy atento a cualquier cambio en su accionariado, aunque matizó que el Gobierno respetaría las reglas de mercado y los derechos de las empresas.
La vicepresidente del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega también aseguró la pasada semana que el Ejecutivo quería que Repsol fuera 'gestionada' por españoles, con el objetivo de zanjar la polémica suscitada tras las declaraciones del ministro de Industria, Miguel Sebastián, en las que mostraba su rechazo a que Repsol cayera en manos extranjeras.