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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El IPC alivia la carga empresarial

Por fin una buena noticia. El índice de precios al consumo (IPC) ha descendido un punto en un solo mes, con lo que el dato armonizado de octubre ha bajado al 3,6%. Habrá que esperar al 12 de noviembre para conocer con detalle qué productos han tirado hacia abajo de la inflación, pero sin duda los combustibles empiezan a responder al desplome del precio del crudo, que desde verano ha caído 80 dólares. No son los únicos. Los alimentos, que sufrieron notables subidas en la última parte del año pasado, también recogerán bajadas. Y, sobre todo, en los precios empieza a manifestarse el desplome del consumo: las ventas al por menor bajaron un 5,6% en setiembre, la séptima caída mensual consecutiva. En su parte negativa, el buen dato de la inflación preludia mayor decrecimiento del PIB.

La reducción del IPC, que según los expertos continuará en noviembre, supone un alivio para la economía de las empresas, de los hogares y también de la Administración. Esta última disminuirá previsiblemente su factura de enero, cuando debe pagar el desfase de las pensiones entre la previsión (2%) y la inflación del mes de noviembre que se utiliza como base. Los hogares, por su parte, recuperan poder adquisitivo. Pero la bajada del IPC supone, sobre todo, una inyección para muchas empresas, que reducirán el coste que implican las cláusulas de revisión salarial pactadas en los convenios colectivos. Los expertos vaticinan que para final de año el IPC puede rondar el 3%, incluso estar por debajo. De ser así, la cláusula de revisión apenas llegará al 1% de la masa salarial, una buena noticia para las cuentas de las empresas.

Como en España, es previsible una mejora de la inflación también en el resto de las economías de la zona euro, lo que abre de par en par la puerta al BCE para que este jueves decida el previsto recorte de los tipos de interés, incluso en una cota superior a los 50 puntos básicos. Todo impulso a la economía será poco cuando numerosos socios de la zona euro tienen el crecimiento de su PIB en negativo.

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