Las ventas registraron una caída del 0,4 por ciento respecto a agosto, menor de la esperada por los analistas, que habían pronosticado una bajada de hasta el 1%. Esta caída mensual estuvo ocasionada, entre otros factores, por la reducción de la demanda de bienes del hogar, así como de ropa y calzado, artículos éstos últimos que habían sido objeto de una gran demanda en agosto por el comienzo del curso escolar.
Además, las ventas minoristas se vieron afectadas en septiembre por una caída de la confianza de los consumidores como consecuencia de la actual crisis financiera. El pasado agosto, el crecimiento de las ventas en tasa interanual había sido del 3,3%, tras registrar un inesperado repunte del 1,2% respecto a julio.
Los datos de la ONS son más positivos que los reflejados en una reciente encuesta del Consorcio Británico de Minoristas (BRC, en sus siglas en inglés), que arrojó una caída de las ventas en septiembre
del 1,5%.