La OIT advierte que la crisis se cebará con los países más pobres
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó ayer de un posible repunte del desempleo en los países más pobres por la coincidencia de la crisis financiera con un repunte de los precios de los alimentos, que forman parte de la dieta básica de esas naciones.
El fuerte proceso de expansión económica que han tenido las principales regiones del mundo en los últimos diez años no ha servido para corregir las desigualdades en materia laboral. Así lo cree el Informe sobre el Mundo del Trabajo, presentado ayer por la Organización Internacional del Trabajo, en el que señala que la brecha entre los salarios más altos y los más bajos, lejos de recortarse en ese periodo, se ha incrementado un 70%.
Y lo peor puede estar por llegar, ya que a lo largo de este año han convergido los efectos de una crisis económica con una fuerte subida de las materias primas, en especial de los alimentos, que forman parte de la dieta básica de muchos países pobres de Asia o África. La combinación de ambos efectos puede provocar un fuerte repunte del paro en los países más pobres, según la OIT, por el recorte en el empleo ante la falta de inversión, y un aumento de la pobreza, como consecuencia de la mayor pérdida de poder adquisitivo.
El incremento del precio de los cereales provocará, según el estudio, una perdida del 5% en el poder de compra de los trabajadores indios, que se reduce al 2,2% en el caso de las capas de población con más recursos económicos.
Esta merma en el poder adquisitivo será especialmente dañina en las economías asiáticas, latinoamericanas y africanas, que tienen una gran cantidad de trabajadores por cuenta ajena o en empresas familiares sin cobrar. Según la OIT, las personas encuadradas en estas categorías, calificados como vulnerables, cobran tradicionalmente menos que el resto y además suelen ser los primeros en percibir los efectos de la crisis en forma de despido. Este colectivo representa el 60% de la mano de obra en algunas zonas de Asia y supera el 70% en África.
El estudio también recalca que en 51 de los 73 países estudiados, el salario medio ha bajado y que en algunas economías desarrolladas, como EE UU, las diferencias en los sueldos se han ampliado de forma significativa.
Entre 2003 y 2007, el salario medio de los altos ejecutivos creció un 45%, mientras que el de los ejecutivos lo hizo un 15% y el de los trabajadores tan sólo un 3%. Esa brecha ha provocado que un alto ejecutivo perciba un salario 500 veces superior a la de un trabajador medio.
El alza de costes afecta más a los que menos cobran
El fuerte incremento del precio del petróleo (pese a que en los últimos tres meses se ha reducido a la mitad) ha recortado la capacidad de consumo de las economías desarrolladas. Un buen ejemplo es EE UU, en el que el precio del crudo ha crecido seis veces más que el índice general de precios entre 2003 y 2007. Sin embargo, el encarecimiento no ha afectado por igual a todos los trabajadores.Para hacer ese cálculo, la OIT ha dividido a la población en cinco grandes grupos, en función de sus ingresos, y ha evaluado cómo ha cambiado su capacidad de consumo. El resultado es que los que menos cobran ven reducida su consumo cinco veces más respecto a los que más ganan.