En memoria de Carlos Tió
Todavía bajo los efectos de una profunda tristeza por la muerte del amigo y compañero de tantas aventuras personales, políticas y profesionales, escribo estas sentidas líneas a modo de homenaje a Carlos Tió. Carlos dedicó toda su vida profesional a la política agraria, tanto en la universidad como en distintos cargos del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación durante la etapa socialista. En la Universidad desarrolló una dilatada labor docente y enseñó política agraria a muchas generaciones de ingenieros agrónomos.
En cuanto a su carrera política, en una primera etapa fue director de gabinete del ministro Carlos Romero y en una segunda etapa fue secretario general de Estructuras Agrarias con el ministro Luis Atienza. De la etapa primera destacaría el importante papel que Carlos jugó en las negociaciones agrícolas, capítulo particularmente difícil del Tratado de Adhesión de España a la CEE, tarea que desempeñó con gran entusiasmo, eficacia y rigor, y en estrecha colaboración con Pedro Solbes.
De su segunda etapa destacaría la aprobación del Plan Nacional de Regadíos, tema muy polémico, pues el agua despierta grandes pasiones, y que él supo encauzar merced a su habilidad negociadora.
Carlos fue sin duda uno de los mejores profesionales de la política agraria, siempre agudo, riguroso, creativo, crítico, provocador y amante de la polémica. Todavía recuerdo la última, hace tan solo unos meses, sobre el papel de los biocombustibles en la subida de los precios de los alimentos.
Alguno de los libros que escribió son de lectura obligada como el publicado por Mundi-Prensa sobre las negociaciones agrarias para la adhesión de España a la CEE, libro necesario para todos aquellos que quisieron conocer con detalle los complejos mecanismos de regulación de los mercados agrarios de la CEE en los años 80 (Organizaciones Comunes de Mercado), y el proceso de ajuste de la política agraria española para adaptarse a tales regulaciones a lo largo del periodo transitorio. Solo él pudo escribir un libro sobre un tema tan complejo en tan solo dos meses, solo el conocía todas las complejidades de las negociaciones agrícolas.
Su labor divulgadora fue extensa e importante. Escribió muchos artículos de divulgación y dictó cientos de conferencias sobre política agraria comunitaria. En su labor divulgadora siempre trató de combinar rigor profesional y compromiso político, destacando los más de 30 artículos escritos entre 1976 y 1978 en El País bajo el pseudónimo colectivo de Eugenio Moreno (Carlos Tió, Eugenio Nadal, Luis Javier Posada y yo mismo, José María Sumpsi) y los más de 35 artículos de opinión firmados por Carlos Tió entre 2001 y 2008 en CincoDías, periódico del que era asiduo colaborador. Yo compartía con él esa colaboración en este diario económico, y aunque escribíamos y firmábamos cada uno sus propios artículos, siempre los comentábamos y discutíamos antes o después de publicarse.
No puedo creer que, tan pronto y de forma tan inesperada, estoy escribiendo un artículo para CincoDías a raíz de su muerte. Dios mío, no puede ser verdad.
José María Sumpsi, subdirector general de la FAO, escribe sobre el articulista Carlos Tió, recientemente fallecido