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Secretos de despacho

Coleccionismo en Tridente

Su negocio entra por los ojos y su despacho, a primera vista, es bastante convencional, pero si uno se fija con detenimiento, está repleto de pequeños detalles que animan la retina. Francisco Garrido, nacido en Caracas hace 50 años, fundador y director general de Tridente, empresa especializada en ofrecer soluciones de comunicación visual y marketing ferial, necesita estar rodeado de objetos que le inspiren y le sean familiares. Para trabajar requiere de un buen ambiente, pero sobre todo de 'una idea que me entusiasme y gente adecuada para trabajar, ya que esto último es el principal activo de una organización'. Sobre la gestión de personas tiene una teoría: 'Los éxitos de una compañía corresponden a la gente y los fracasos pertenecen a los ejecutivos, que son los que toman las decisiones y los que llevan a los equipos a ejecutar su estrategia'.

Garrido aparenta tranquilidad. Asegura que pocas cosas le hacen perder los nervios, tal vez el desorden y tener los cables a la vista y 'enredados'. Por lo demás, procura que el ambiente laboral sea agradable, con buena temperatura y con personal disciplinado y responsable. 'Es importante que cada persona sepa lo que tiene que hacer'. Asegura que lo más difícil como ejecutivo es tomar decisiones que no son agradables, 'pero forma parte de mi trabajo y como tal lo asumo'.

El negocio en el que está inmerso, el ferial, requiere de tres ingredientes: pasión, esfuerzo y tiempo. 'Todo tiene una fecha, un día y una hora en la que todo ha de estar dispuesto, y trabajamos contrarreloj'. Su jornada no excede de las diez horas, un lujo, ya que ha habido épocas de trabajar hasta 18 horas. 'Esto requiere de mucha planificación y de un equipo responsable, sin eso no podría haber reducido la carga de trabajo'.

'Si no puedes cumplir con tus funciones en ocho horas es que algo falla. No todo en la vida es el trabajo'

El horario es una de sus obsesiones. 'Si no puedes cumplir con tu trabajo en ocho horas es que algo falla. Mi objetivo es que la gente salga en torno a las seis o las siete de la tarde, y que entre sobre las nueve de la mañana. No todo en la vida es el trabajo'. Francisco Garrido iba para médico. De hecho, empezó los estudios de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid y se diplomó en Enfermería. Comenzó a trabajar en los hospitales Helios y Ramón y Cajal de Madrid, pero tras su experiencia laboral en el sector de la sanidad decidió dar un giro a su carrera y dedicarse al cine de animación y a la elaboración de documentales y publicidad en la compañía Iskra, donde llegó a ser jefe de producción. Le entró el gusanillo y realizó un máster en animación por ordenador en Nueva York. A partir de ahí, y de esto hace ya dos décadas, decidió crear su propia organización, Tridente Producciones, especializada desde 1992 en diseñar y montar expositores en ferias, congresos y eventos en todos los rincones del mundo. Entre sus clientes se encuentra Iberdrola, Microsoft, Pfizer, Abbot y Merck.

La compañía pertenece a una red con más de 150 oficinas distribuidas en 42 países de Europa, América y Asia. Sobre el cambio de rumbo que tomó la compañía, Garrido asegura que 'como productora audiovisual no podíamos ser los mejores, por eso decidimos apostar por otro sector en el que podíamos ser los número uno'.

Excelencia es una palabra que maneja habitualmente. Tenía claro que quería, por tradición familiar, ser empresario. 'Trabajé durante una temporada en la UVI de un hospital y recuerdo esa época como una de las más frustrantes de mi vida'. En cambio, la idea de emprender un negocio no le pareció descabellada. 'Mis padres y mis tíos eran empresarios, he visto cómo era su día a día y me hizo tirar por esos derroteros'. Tuvo suerte, 'sobre todo porque me encontré a buenos profesionales que me han acompañado en esta aventura'.

Se define como un jefe tímido, al que le gusta compartir los éxitos con todo el equipo. 'Me preocupo por todos, eso no significa que todo lo que hago sea de su agrado. Además soy muy exigente, me gustan las cosas bien hechas, porque nuestro sector es muy estresante'. En el trabajo bien hecho, 'en la perfección radica el éxito de nuestra compañía'.

En busca de una obra de arte

Cuando se empeña en algo, no cesa hasta conseguir su objetivo. Francisco Garrido vio en Nueva York un cuadro de Christina de Georges y no dudó en buscarla para conseguir una de sus obras, La tertulia, que decora su despacho. Otra de sus obsesiones son los olores. Por ello tiene en el despacho siempre una vela con aroma encendida. 'Me relaja mucho tener velas, además de crear un ambiente especial'.Sobre una mesa guarda una colección curiosa de botellas diminutas de tequila. 'Me las regalan los amigos y colaboradores y es un recuerdo muy agradable'. Garrido se ha hecho un experto en esta bebida: un amigo que trabaja en el Consejo Regulador de Tequila le ha regalado un póster con todas las marcas. También tiene una réplica de los guerreros de Siam, 'tengo otras dos en casa, me gustan mucho'.Entre sus aficiones está la lectura, correr, pasear y entretenerse con actividades nimias, 'como, por ejemplo, mirar un árbol o cómo caen las hojas, me gusta contemplar cosas sin sacar ninguna conclusión'.Le gusta ir al detalle de cualquier tipo de situación. Después de la reflexión llega la innovación, 'necesaria para nuestro negocio, siempre tenemos que estar ofreciendo cosas diferentes, como reutilizar todos los materiales para no dañar el medio ambiente, o apostar por los diseños más ligeros'.

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