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Hacia un nuevo orden mundial

El Congreso de EE UU desbloquea el acuerdo para salvar el sistema financiero

Tras intensas negociaciones durante la noche por parte de los técnicos y una última reunión de algo más de dos horas entre los legisladores por la mañana, ayer el Congreso anunció un acuerdo de principios para aprobar el Plan de Henry Paulson para salvar a Wall Street. El Tesoro aceptó modificaciones a su propuesta y con ello venció la negativa de los legisladores a aprobarlo el día anterior.

La fumata blanca no terminó de producirse ayer antes del cierre de unos mercados que llevaban todo el día anticipando un acuerdo, pero los legisladores anunciaron que habían llegado a un entendimiento sobre la mayoría de los principios del Plan Paulson para el salvamento de Wall Street. A cierre de esta edición, y según los congresistas de ambos partidos, no había un acuerdo definitivo pero las diferencias no eran insalvables. Eso permitió al demócrata Christopher Dodd anunciar que el acuerdo estaba casi hecho.

El anuncio del senador Dodd marcaba un gran avance en apenas 24 horas ya que el miércoles no se contaba con que el Plan pudiera ser aprobado. Los congresistas esperaban tener un texto definitivo antes de la cita que a las 4.00 de la tarde iba a reunir al presidente, George Bush, y los candidatos a sustituirle, John McCain, y Barack Obama, para dar un impulso a las negociaciones. De hecho, los demócratas querían cerrar el texto antes de que llegara McCain al Congreso y evitar que el candidato, que ha suspendido su campaña, pudiera marcarse un tanto político aprovechando el tumultuoso momento en Washington.

McCain ya estaba en el Capitolio cuando el representante demócrata Barney Frank afirmaba que se había abierto una vía por parte de los republicanos que no estaban, de repente, de acuerdo en una de las cuestiones ya acordadas. Para cuando la Bolsa cerró, había progresos pero no acuerdo final pese al dramático llamamiento que hizo Bush en un discurso la noche anterior. Los republicanos son los que más en desacuerdo están con este Plan.

Ayer no se conocían demasiados detalles de esta propuesta de legislación que aún ha de discutirse con la Casa Blanca y debe ser aprobada por el pleno de las cámaras, posiblemente, el fin de semana. Lo que se filtró es que la cantidad que se dedicará a comprar activos ilíquidos para aliviar el mercado del crédito se dividirá en fases. Se autorizará el desembolso de 700.000 millones de dólares pero se empezará con 250.000 millones.

Adicionalmente, se han añadido restricciones a las compensaciones de los directivos de las firmas que vendan sus títulos al Estado. El Gobierno tendrá warrants de estas empresas para hacerse con títulos y el Tesoro, ejecutor de este plan, será supervisado por la oficina de la Intervención del Gobierno (GAO), frente a la demanda inicial de Paulson de no rendir cuentas ni a los Tribunales. También se hará un esfuerzo por reducir los embargos y queda en el aire permitir a los jueces de procesos concursales modificar las hipotecas.

Como contrapartida a este Plan, los demócratas van a presentar una propuesta para un segundo estímulo fiscal.

Soros planta cara

El multimillonario George Soros ve peligroso dar 'un cheque en blanco' al secretario del Tesoro de EE UU, Henry Paulson. En un artículo publicado ayer en Financial Times, el inversor estimaba que la política de Paulson durante la crisis está siendo errática.

El complicado trabajo de determinar el valor de lo que nadie quiere

Una de las incógnitas del Plan de Paulson es cómo tasar los activos ilíquidos que el Estado va a comprar. Estos títulos que las entidades tienen en sus carteras se han ido valorando de forma distinta por las entidades que han tenido que ajustar su valor continuamente a la baja en los últimos trimestres y el mercado, cuando lo ha habido, ha ofrecido distintos precios que van desde los 23 a los 27 centavos de dólar.El Tesoro tiene ahora que decidir cómo determinar el precio de estos activos, algo que para algunos expertos, como el director de la Oficina Presupuestaria del Congreso, es un arma de doble filo. Peter Orszag dijo ayer ante el comité del Congreso que la intervención podría tener un efecto pernicioso porque 'muchas instituciones financieras pueden tener activos en sus libros con un valor inflado'. 'Con cierto valor algunas instituciones pueden revelarse insolventes' porque tendrán que rebajar el valor que tienen en sus libros. Según Orszag, algunas firmas podrían resistirse a vender para no reconocer pérdidas.

Brown se reúne con Bush para hablar de regulación internacional

Gordon Brown prepara hoy un viaje a Washington para hablar con el presidente George Bush sobre el Plan Paulson, que él apoya, y la necesidad de que haya un gran supervisor financiero internacional, una propuesta que ya había sido lanzada por el Foro de Estabilidad Financiera (compuesto por bancos, banqueros centrales y reguladores de más de 30 países). Brown habló de esto la noche del miércoles en una reunión convocada hace apenas tres días y en la que participaron líderes de todo el mundo presentes en las ceremonias de la ONU.El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, sus homólogos australianos y danés, Kevin Rudd y Anders Fogh Rasmussen, respectivamente además de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, entre otros, acudió a la cita.El premier británico no solo aboga por este regulador internacional sino por una mayor transparencia en el sistema y un cambio en la estructura de las compensaciones de los consejeros delegados para primar el largo plazo frente al corto.

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