Un modelo único para la CEOE
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha impuesto su criterio -tras varios intentos fallidos- y forzó ayer la dimisión del secretario general y vicepresidente de la organización, Juan Jiménez Aguilar. Esta decisión desata una renovación imprescindible para afrontar la crisis económica y deja las manos libres al nuevo hombre fuerte de la CEOE para diseñar un proyecto renovado y reforzado de la organización empresarial, más necesario que nunca cuando la economía atraviesa la que lleva camino de convertirse en la mayor de las crisis económicas de las últimas décadas. En el giro radical que el país tiene que dar a su sistema productivo para sostener el crecimiento venidero, los empresarios tienen mucho que decir.
Díaz Ferrán llegó a la presidencia de la CEOE sin elecciones, por designación directa de su antecesor José María Cuevas, y siempre ha tenido que soportar la crítica subterránea de una legitimidad no del todo conquistada. Para acabar con esta situación, el nuevo patrón de la CEOE quiere acelerar los cambios estatutarios que le permitan adelantar la asamblea electoral (estaba prevista para febrero de 2010) y despejar todas las dudas. Un ejercicio de claridad democrática que saneará y ventilará los resortes de una institución que no se caracterizaba precisamente por tal atributo.
Pero Díaz Ferrán debe hacer en el periodo electoral lo que no ha hecho en el último año. Debe explicar, para que no lo hagan sus detractores, qué proyecto tiene para transformar la CEOE de un sindicato postvertical en una institución de servicios eficientes para el empresariado, que sirva de enlace con los interlocutores surgidos tras la internacionalización del capital español, pero que lo haga sin perder sus funciones tradicionales. Debe dejar claro que el proyecto que ponga en marcha, que precisa un remozado integral de su estructura financiera para afrontar una relación moderna con su entorno, no hace dejación de los intereses de las pequeñas y medianas empresas, muy propensas a la crítica si no se sienten debidamente atendidas.