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Tribuna
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Los hoteles urbanos, un valor seguro

Dicen que el hotel más antiguo del mundo se abrió en al año 718 y está ubicado en Japón. Se trata del Hoshi Ryokan en Awazu y hoy en día sigue abierto. Lleva, por tanto, 1.290 años funcionando, hasta el año 2006 con la misma familia, pasando posteriormente a manos de otra propiedad.

Fíjense los años que lleva funcionado esta industria y nada ni nadie se plantea su existencia futura en el medio y largo plazo. La Organización Mundial del Turismo dice que ésta seguirá creciendo a una media del 4% anual y que podrá mantenerse o superarse este crecimiento constante durante los próximos 12 años, por la entrada en escena de los nuevos turistas procedentes de Asia y de la antigua URSS.

En esta economía de la globalización se cuestionan cada día el futuro de muchos negocios, pero jamás el de los hoteles, así que ¿cómo no va a ser éste un valor refugio y estable en el tiempo? La gente cada vez tiene más tiempo libre, todo el mundo viaja, de todas las edades, las compañías de low cost nos han acercado muchas ciudades, y los ciudadanos asiáticos -tan sólo China e India ya son 2.430 millones de personas- cada vez tienen más poder adquisitivo para poder viajar.

Estamos en un año de contracción de la economía mundial y en un informe realizado por tres de los mejores expertos hoteleros del sector siguen confirmando que Londres este año continúa con ocupaciones superiores al 80% y París incluso ha aumentado del 74,8% al 78%, como Bruselas del 69% al 72%.

Lógicamente estas ciudades no se han dedicado a doblar su planta hotelera estos últimos años, porque la disponibilidad de espacio libre en las zonas prime de las mismas es prácticamente nula. Y aquí quiero hacer un matiz: para mí no es un hotel urbano el que está en la entrada de una ciudad, cerca de un aeropuerto o en un parque empresarial, no. Un hotel urbano es el que se encuentra en el centro de una gran ciudad.

Con todo lo anterior no quiero decir que los otros hoteles no sean negocio, en absoluto, lo que quiero decir es que el hotel estratégicamente ubicado en el centro de las principales ciudades mundiales será mucho menos sensible a épocas de recesión de la economía, como la que estamos viviendo actualmente, porque su componente de clientela ocio-negocio lo hace menos vulnerable. Si a esto le añadimos una buena dosis de gestión hotelera y un coste de inversión razonable, su éxito está garantizado.

¿Por qué no afirmar entonces que los hoteles urbanos son un valor refugio? ¿Por qué no hablar de la seguridad y estabilidad en estas inversiones? ¡Por supuesto que sí!

A uno de los fundadores de una de las principales cadenas del mundo le preguntaron en una entrevista cuáles son las tres claves de éxito de un hotel. Y él contestó: ubicación, ubicación y ubicación. Ahí es donde quiero dirigirme y ése ha sido el principal pilar de éxito de los inversores especializados en este sector. Escoger muy cuidadosamente las ciudades e invertir siempre en realidades, no en futuro. Detectando muy bien los pros y contras de ese activo hotelero.

Hagan una reflexión. Piensen en las grandes ciudades que han visitado. ¿Verdad que siempre que han vuelto esos grandes hoteles permanecían abiertos? Inalterables por la historia, mudos, testigos de guerras, huelgas, crisis, atentados, etcétera. Ellos siguen ahí... como referencia de esa ciudad. Sin embargo muchos negocios que hay por sus alrededores, y más en estos tiempos, desafortunadamente no pueden decir lo mismo.

Hace unos días hablaba con un operador hotelero español sobre el hotel que nuestra compañía tiene en Nueva York, en el centro de Manhattan, y me decía que seguían superando el 92% de ocupación, que bueno... que sí... que algo ha notado… que antes estaba al 98%. ¡¡Crisis!! ¿Dónde está? En el año 2001, después de los atentados de las Torres Gemelas, los hoteles tuvieron una ocupación del 74% y está considerado como un año negro por los hoteleros neoyorquinos; dos años después la ocupación ya estaba en el 83%.

Confío en este sector al igual que los grandes inversores institucionales de la otra parte del océano, que llevan años invirtiendo en hoteles, pero con objetivos muy claros de la jugada. La gestión para las cadenas, que son las que tienen el expertise hotelero, y nosotros, los inversores cualificados, a los inmuebles, que es lo nuestro.

César Losada. Presidente de Losan Hotels World

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