La tasa de paro en EE UU se dispara hasta el 6,1%, la más alta en cinco años
El mercado laboral de EE UU se deteriora más rápidamente de lo que los analistas y las autoridades habían calculado.
Según el departamento de Trabajo el mes pasado se perdieron 85.000 empleos y la revisión de las estadísticas de junio muestran que ese mes no se destruyeron los 51.000 puestos de trabajo inicialmente estimados, sino 100.000. Así, en lo que va de año se han recortado 605.000 empleos y la tasa de paro que era del 4,9% en enero alcanzó en agosto el 6,1%. Es la más alta desde septiembre de 2003.
Este empeoramiento del mercado laboral ha sorprendido a los analistas que esperaban que el paro se mantuviera en el 5,7% de julio. Pero agosto ha sido un mal mes y sólo crearon empleo la minería, la salud, la educación y el Gobierno. Por contra, la construcción redujo en 8.000 personas sus plantillas, el sector de servicios perdió 27.000 empleos y la actividad manufacturera 61.000.
Los expertos creen que esta evolución del empleo apunta a una recesión, un punto de vista que compartió el ex presidente de la Fed, William Poole, en una entrevista con Bloomberg TV.
La Oficina Nacional de Análisis Económico, NBER en sus siglas en inglés, utiliza los indicadores del paro, las ventas minoristas, los ingresos, la producción industrial y el PIB para calibrar si el país está o no oficialmente en recesión, un diagnóstico que puede tardar más de seis meses en realizar. La Reserva Federal, a través de su último Libro Beige, presentó esta semana un análisis muy negativo de la situación económica que explica este repunte del paro, frente a la última evolución del PIB, sorprendentemente elevada. Nigel Gault, economista de Global Insight, explicó que el aumento del paro confirma que el crecimiento del 3,3% del PIB en el segundo trimestre presenta una realidad falseada. Para Gault, la cuestión ahora no es si la Reserva Federal mantendrá los tipos, sino si los rebajará.
El candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, afirmó ayer que estas cifras son un recordatorio 'de lo que está en juego en esta elección' y reclamó un segundo plan de incentivos, algo que la Casa Blanca se apresuró a descartar.