Alemania protege a sus empresas del capital extranjero
El Gobierno alemán aprobó hoy un proyecto de ley que persigue proteger a las empresas alemanas de la adquisición indiscriminada por parte de fondos extranjeros.
El proyecto prevé que toda participación de un fondo extranjero en una compañía alemana superior al 25% pueda ser vetada si contraviene intereses nacionales.
Con la ley se pretende evitar que otros países puedan obtener demasiado influencia en sectores sensibles, como la industria energética; hasta ahora, el Estado sólo podía impedirlo en la industria armamentística.
Concretamente, el ministerio de Economía obtiene la potestad de analizar durante tres meses si la participación en cuestión "limita el orden público o la seguridad de la República Federal de Alemania".
No incluye la inversión rápida
La nueva ley no podrá, sin embargo, prevenir a las empresas de la compra por parte de fondos de inversión rápida, que suelen adquirir compañías para desmembrarlas, con el consiguiente desmantelamiento de puestos de trabajo.
La ley apunta más bien contra participaciones estatales cuyas intenciones no sean tanto económicas como políticas.
Desde hace tiempo corre el temor en el Berlín político de que países con un potente sector industrial en manos del Estado, como Rusia o China, puedan hacerse con el control del sector energético o de telecomunicaciones.
El ministro de Economía, Michael Glos, aseguró hoy que espera que la ley sólo tenga que aplicarse en "casos muy excepcionales". Alemania seguirá siendo un país abierto a las inversiones extranjeras, "lo único que queremos es tener las mismas posibilidades que otros países", dijo Glos.
El presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Jürgen Thumann, en cambio, criticó el proyecto de ley y exigió "fronteras completamente abiertas".
En unas declaraciones a al segunda cadena de televisión pública, Thumann señaló que "las empresas extranjeras son el garante de dos millones de puestos de trabajo" en Alemania.