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Columna
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Especulación urbanística contra Numancia

El Ayuntamiento de Soria aprobó en 2006 su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), como han hecho otros ayuntamientos, y en él no se incluyó el Proyecto Soria II, posteriormente (2007) aprobado como modificación puntual del PGOU. La finalidad de dicho proyecto es aumentar en 115 hectáreas el suelo industrial, cosa que podría ser razonable si en Soria existiera escasez de dicho tipo de suelo y su localización no afectara el patrimonio histórico de Soria.

Con respecto a la primera cuestión, según el estudio realizado por Gregorio Izquierdo, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, resulta que la actual oferta de suelo urbanizable del municipio de Soria cubre sus necesidades de 180 años y esto considerando una demanda anual del municipio de Soria máxima de 1,5 hectáreas, muy por encima de la real de los últimos años. Por tanto, la oferta actual de suelo industrial del municipio de Soria no sólo no es escasa, sino que es excesiva y sobrante, por lo que llama poderosamente la atención que se apruebe el Proyecto Soria II que amplía en 115 hectáreas el suelo industrial.

El Ayuntamiento de Soria no ha dado explicaciones de las razones por las cuales se ha aprobado, cuando tiene un excedente de suelo industrial, de la magnitud que hemos señalado. Podría ser que, una vez consumada la expropiación de los terrenos y al demostrarse la inutilidad de la inversión a realizar para ofrecer más suelo industrial, se pretenda recalificar el suelo con destino a viviendas, para las cuales sí habría demanda, constituyéndose así en una verdadera especulación del ladrillo contra Numancia.

Respecto al segundo tema, la literatura sobre la nueva geografía económica, de la que Krugman fue el iniciador de estos estudios en 1991, aconseja que el Polígono Soria II debería situarse junto a los polígonos industriales ya existentes (Las Casas y Valcorbe), por las economías externas que ello origina, los outputs de una empresa podrían servir de inputs a otras, con un ahorro de costes evidente, ya que existen mecanismos acumulativos en la geografía económica.

Estamos a tiempo de impedir otro desastre como el de la reestructuración del Teatro Romano hace veinte años de Sagunto. El Ayuntamiento de dicha ciudad acordó renovar el aspecto ruinoso de tal monumento histórico, dándole un aspecto más moderno y funcional. Tal decisión originó una fuerte polémica y los detractores de la misma interpusieron los oportunos recursos; al cabo de 17 años, el Tribunal Supremo ha fallado este año que se proceda a una reconversión de las obras realizadas para recuperar el teatro original, lo que evidentemente supondrá al Ayuntamiento de Sagunto un fuerte coste, originado por el empecinamiento que tal Corporación tuvo, rechazando las múltiples reclamaciones que se le formularon.

El informe del Comité Nacional Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) analiza los efectos del Proyecto Soria II sobre los Bienes de Interés Cultural (BIC) y sobre el paisaje, ambiente y entorno de Soria, poniendo de manifiesto que está emplazado entre varios Bienes de Interés Cultural (BIC). Cita a estos efectos: Numancia y el Cerco Romano de Garay, Iglesia y Claustro de San Juan de Duero, Casco antiguo de la ciudad, muralla medieval, Iglesia Concatedral de San Pedro, claustro de la Iglesia de San Pedro, así como otros elementos arquitectónicos (puente sobre el río Duero, antigua parroquia de San Millán, Nevero,….), catalogados en el Plan General de Ordenación Urbana de Soria.

A juicio del Comité Nacional Español de Icomos, el Polígono Soria II tiene efectos muy alarmantes en lo referente a la conservación y protección de un patrimonio cargado de valores culturales y naturales, que lo hacen irrepetible y altamente frágil, poniendo en grave riesgo la integridad y conservación adecuada de cada uno de los citados bienes.

Con independencia de lo anterior, Soria II pone en peligro el paisaje como bien protegido y protegible, como establece el artículo 42 de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, que menciona expresamente la 'silueta paisajística' y el propio Informe Icomos se pregunta: '¿La construcción de un polígono industrial en un suelo rústico situado en el centro de los tres BIC, Numancia y el Cerco Romano de Garay, margen izquierda del río Duero, y casco antiguo de la ciudad de Soria, tiene incidencia paisajística y ambiental en los citados BIC?'. La respuesta es contundente: 'Sí, porque en realidad estamos ante una misma silueta paisajística, ante un mismo paisaje, tenga la catalogación legal que tenga cada uno de sus importantes componentes. Porque el todo es mucho más que la suma de las partes; lo que define el todo son las interacciones entre las partes'.

En el Convenio Europeo del Paisaje (2000), ratificado por España el 6 de noviembre de 2007, el paisaje se define como 'cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la intervención de factores naturales y/o humanos'. Para Icomos, 'una alteración grave del paisaje que circunda la ciudad de Soria, con el desarrollo del Proyecto Soria II, o una destrucción de este paisaje, echará a perder la imagen por la inevitable e irreparable pérdida de la autenticidad, de la ciudad histórica de Soria'. Los que hemos vivido allí, estamos totalmente de acuerdo con esta opinión. Se perdería lo que Bécquer, Machado y Gerardo Diego pusieron, como se ha dicho, 'palabra literaria a sus vivencias y nostalgias, mirando y sintiendo el paisaje soriano en torno al Duero'. Estos valores se conocen en la economía pública como bienes públicos puros, y en la empresarial como intangibles.

Yo me atrevería a sugerir al Ayuntamiento de Soria que reconsidere la decisión tan importante que va a tomar, no sólo para la ciudad de Soria, sino para un patrimonio de la Humanidad. Que tome como ejemplo a la corporación de Toledo por su minuciosa atención a su patrimonio histórico, que la convierte en la ciudad más visitada de España por su atractivo histórico. Soria reúne un patrimonio cultural mucho más antiguo que el de Toledo; bastaría que, tanto a nivel nacional como internacional, se promocionara tal hecho, y se organizaran rutas turísticas de visita de los monumentos históricos y del paisaje, para que Soria se convirtiese en otro icono turístico, con todo lo que ello lleva de creación de puestos de trabajo, sin deteriorar su patrimonio ni su paisaje.

El Proyecto Soria II ha sido rechazado por las Academias de Bellas Artes y de la Historia, la Unesco, la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano y varias universidades, además de científicos, investigadores e historiadores tanto de España como del extranjero.

José Barea. De la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

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