Petróleo, alimentos y tarifa eléctrica provocan el 75% de la inflación

La inflación continuó en julio su senda alcista y, aunque en términos mensuales retrocedió cinco décimas por las rebajas, en tasa anual se elevó al 5,3%, la más alta desde 1992. El 75,6% de este elevado nivel de precios fue provocado por la carestía del petróleo, los alimentos y la subida del recibo de la luz. Turismo y hostelería son ya culpables de otro 11% del IPC.

El índice de precios de consumo (IPC) experimentó un descenso de cinco décimas en julio respecto a junio, influido sobre todo por el efecto de la campaña de rebajas de verano, pero la tasa interanual repuntó tres décimas y escaló hasta el 5,3%, nivel desconocido desde diciembre de 1992, según las cifras publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este repunte culmina una serie de ocho meses consecutivos con la inflación oscilando entre el 4,1% y el 5%. La barrera del 5% no se rebasaba desde junio de 1995, cuando alcanzó el 5,1%.

Pero, ¿qué es lo que ha propiciado esta escalada inflacionista de los últimos doce meses?

Dos de las tres décimas que repuntó el IPC anual en julio fueron por la subida de la luz y el crudo

Los cálculos efectuados por este periódico teniendo en cuenta cuánto pondera cada grupo de los que componen el IPC revelan que el transporte es el que más ha contribuido al alza de precios, con una aportación del 31,3% o, lo que es lo mismo, 1,6 puntos de inflación de los 5,3% de la tasa interanual.

Sin duda, el encarecimiento del crudo y su traslado al coste de los carburantes ha sido determinante y explica que en un año los precios del transporte se hayan disparado un 10,6%.

Le siguen en importancia los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que en los últimos doce meses se han incrementado un 7% y representan ya el 27,6% de la inflación (1,4 puntos). Los precios del grupo vivienda, (que no considera el coste de adquisición) se encarecieron en el año un 8,4%, por lo que contribuyen con un 16,7% al repunte del IPC (0,8 puntos), sobre todo por la subida de la electricidad.

Tampoco es desdeñable la aportación que han realizado los precios del turismo y la hostelería a la tasa anual de inflación, en doce meses se han encarecido un promedio del 4,8% y representan ya el 11,07% (0,56 puntos) del 5,3% de inflación.

Es más, al margen del efecto amortiguador que han podido tener las rebajas, el Ministerio de Economía y Hacienda atribuyó dos de las tres décimas que se incrementó la inflación anual a componentes relacionados con la energía.

En un comunicado, el Ejecutivo recuerda que el precio del crudo acumula una subida del 88% desde julio pasado. El departamento que dirige Pedro Solbes achacó la décima restante al precio de los servicios turísticos, el transporte aéreo, los hoteles y los viajes organizados.

Otra de las peores noticias que arrojó el dato publicado ayer por el INE, fue el aumento de dos décimas de la inflación subyacente, aquélla que excluye el precio de los productos energéticos y los alimentos no elaborados, considerados como los más volátiles.

Así, la tasa anual subyacente se situó en el 3,5% y los expertos advirtieron de lo peligroso de esa tendencia, dado que consideran ese indicador como la inflación estructural de la economía española.

El índice de precios de consumo armonizado alcanzó en julio el 5,3%, coincidiendo de ese modo con los datos adelantados por el INE a finales de julio. Esto sitúa el diferencial de precios de España con la tasa media de la eurozona en 1,2 puntos, lo que estaría en línea con el promedio registrado desde que España ingresó en la Unión Monetaria.

Un IPC inferior al 4% a final de año

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró ayer que de mantenerse la moderación del precio del crudo, el IPC podría haber 'tocado techo' en julio, con lo que se observaría un 'cambio de tendencia' en la evolución de los precios en agosto, hasta cerrar el año con una tasa de inflación por debajo del 4%.Vegara afirmó además que, siempre que se reduzcan o se mantengan los precios del petróleo, podría producirse una 'relativamente rápida' moderación de los precios, hasta volver a niveles de inflación inferiores al 3% a lo largo de 2009. Con todo, a la espera de la evolución futura del IPC, Vegara reconoció que el dato de julio, del 5,3%, 'no es positivo'. Empresas y sindicatos reclamaron un esfuerzo de contención de márgenes y salarios para hacer frente a la escalada inflacionista y el deterioro de la economía.