La caída bursátil abre la puerta a las compras de empresas
La caída de precios abre la puerta a fusiones de nuevo cuño; selectivas y con ventaja para las empresas grandes y saneadas. El volumen ha crecido el 30% en tres meses
En unas Bolsas erráticas sin perspectivas de mejoras sustanciales a corto y medio plazo, el anuncio de algunas operaciones corporativas de peso pone un punto de optimismo en los mercados. Ni son las cifras de los dos años precedentes ni lo serán al concluir el ejercicio, pero las noticias de las últimas semanas muestran que existen compañías con la suficiente fuerza como para abordar compras, opas o fusiones. La subida del precio del dinero y las dificultades para encontrar financiación se compensan con unos precios que, a veces, son de saldo. Alliance & Leicester, valor comprado por Santander, había caído un 80% en los 12 meses anteriores a la operación. Además de esta compra, en las últimas dos semanas se ha concretado la puja de la cervecera belga InBev por Anheuser, la de Roche por Genentech o la del grupo alemán de componentes Schaeffler por Continental.
En otra división, Vueling y Clickair se han fusionado para capear mejor la crisis y Campofrío ha optado por crecer a través de la concentración. Y el ambiente de las eléctricas españolas y europeas se ha vuelto a remover con la intención de ACS de dejar Fenosa para aumentar su posición en Iberdrola, lo que se ha traducido en revalorizaciones de las tres empresas implicadas. Y no faltan a la cita rumores, como las eventuales ofertas por Lehman o por HBOS, en este caso con BBVA como supuesto comprador.
Pero las cifras del primer semestre son claras: el volumen mundial anunciado de fusiones y adquisiciones ha ascendido a 1,6 billones de dólares en el primer semestre de 2008, con un descenso del 36% respecto al mismo periodo del año precedente, según Thomson Reuters. No obstante, también es cierto que los últimos datos reflejan una tendencia a la recuperación: el volumen anunciado en el segundo trimestre ha aumentado un 30% respecto a los tres primeros meses de 2008.
La reducción de las valoraciones en Bolsa se ha convertido en uno de los primeros motores de los movimientos corporativos
Los expertos señalan que las empresas que han cometido excesos se han convertido en presas fáciles de sus competidores
Además la opinión de los expertos apunta a que las opas y concentraciones se realizarán básicamente en dos áreas: en las más afectadas por la crisis -como la financiera y la inmobiliaria-, y en las que quedan consolidaciones pendientes, como la energética. No podrán ser dirigidas por todo tipo de compañías y las que sí puedan deberán ser más selectivas en sus objetivos. 'Los movimientos son y seguirán siendo más concretos y puntuales, no tan masivos e indiscriminados como fueron a partir de 2005. En la actualidad y hasta que no cambien las circunstancias, las posibilidades que tienen las empresas para crecer en base a compras van a ser más limitadas', señala David González, gestor de patrimonios de la entidad suiza de banca privada BSI.
En esta línea, Guillermo Arbolí, consejero delegado de Nmás1 Corporate Finance, considera que las transacciones serán lideradas por los operadores dominantes en cada sector, que cuentan con menos dificultades para financiar sus planes de expansión. 'Serán básicamente compras de carácter industrial y con sentido empresarial estratégico, no con el sesgo financiero que ha caracterizado las realizadas por las sociedades de capital riesgo', añade.
La reducción drástica del peso de las empresas de capital riesgo en estos procesos es otro de los factores que tira a la baja los movimientos corporativos en todo el mundo. El capital riesgo, el mayor promotor de operaciones en los pasados tres años, ha abandonado esa posición a raíz del crac crediticio. Como consecuencia de las limitaciones al acceso de la financiación bancaria, las operaciones realizadas por estas entidades han pasado de representar el 25% del total de las anunciadas en los seis primeros meses de 2007 al 9% de este año, indican los expertos de Thomson.
Pero las dificultades crediticias afectan igualmente a otros posibles compradores, y ésta es la parte más negativa para que puedan materializarse nuevas operaciones. 'Buena culpa del notable descenso del apetito inversor se debe al encarecimiento de la deuda. Además del aumento del coste de esta fuente de financiación, las entidades están dispuestas a prestar un porcentaje menor respecto al valor de la compañía objetivo que hace un año, lo que dificulta las transacciones', manifiesta Joseba Granero, de Consulnor.
Si por el lado de la financiación surgen los problemas, la crisis bursátil ha reducido significativamente el precio de muchas empresas, que son en general más baratas en términos de PER (número de veces que el beneficio está contenido en la cotización), aunque en algunos casos este múltiplo pueda deteriorarse por el recorte de los resultados.
El Ibex, el Dax, el Cac y el Euro Stoxx 50 cotizan en niveles similares a los de hace dos años, lo que significa que la mayor parte de las compañías que forman parte de estos índices están en ese entorno o, incluso, a precios inferiores de mediados de 2006. Hay casos llamativos en todos los sectores: Fortis ha reducido su valor en Bolsa más del 53% y Telekom Italia, más del 40% en ese periodo. Al otro lado del Atlántico, Lehman Brothers ha recortado su capitalización bursátil el 68% y General Motors, más del 50% en los últimos veinticuatro meses.
Gangas en el mercado
Como resultado de esta trayectoria los expertos subrayan que existen opciones interesantes en todos los sectores. 'Estamos en mínimos y apenas hay dinero en el mercado, pero las valoraciones han llegado muy abajo. Las compañías más fuertes de cada sector -como EDF o Santander- aprovecharán para comprar a sus competidores: el pez grande se comerá al chico', afirma David Navarro, gestor de renta variable de Inversis.
Luis Regalado, director de banca privada de Banco Madrid, dice que estos procesos son imparables en una economía tan globalizada y con unos precios tan atractivos como los actuales. Cita, como ejemplo, la oferta de Santander por Alliance & Leicester.
También el consejero delegado de Nmás1 Corporate Finance destaca que se están creando oportunidades, y que este proceso, que previsiblemente continuará en los próximos meses, servirá para sanear los sectores más afectados por la debacle financiera, inmobiliaria y de consumo.
Y el gestor de patrimonio de BSI subraya que los precios de algunas empresas están en los niveles del hace tres años o más, antes del boom bursátil y de los procesos corporativos. 'La situación a corto y medio plazo será similar o más acentuada. Habrá ganadores y perdedores, y entre estos últimos estarán las compañías que han cometido más excesos. Surgirán nuevas operaciones y algunas empresas se convertirán en presas fáciles', concluye.
Javier Amántegui, socio de Clifford Chance, también cree que la bajada de precios de la mayoría de las empresas cotizadas puede facilitar el lanzamiento de opas, así como la necesidad de conseguir más ingresos. 'Aunque es complicado perfilar con detalles un futuro a corto, medio y largo plazo, existen factores que pueden justificar movimientos corporativos', agrega.
Asumiendo que el número de transacciones será menor y de que la banca ha cerrado el grifo para operaciones a las que hasta hace poco más de un año aportaba financiación con facilidad, algunos bancos de negocio señalan que la crisis no va a acabar con los procesos de concertación, incluso los reactivará en algunos sectores. 'El tema está muy vivo. Aunque la actividad esté más baja en relación a las cifras récord, el nivel de negocio permanece a niveles similares de 2002', señalan los expertos de BNP.
Desde HSBC se destaca que en el segundo trimestre de 2008 el valor de las operaciones realizadas aumentó respecto a los tres primeros meses. Y los analistas del banco se preguntan hasta cuando durará ese rebote.
COMPLEJA OPCIâN
Si tomar posiciones al calor de las opas fue una estrategia en general muy rentable para los inversores, ahora se señala que su caza es más difícil y que cometen errores hasta los gestores profesionales. Los expertos recuerdan que el mercado apostó por ofertas como las de Iberia que no se materializaron.
Perfil. El retrato robot del grupo comprador es el de un operador dominante. El de la adquirida es más complejo, pero se trata en general el de una empresa que le complemente.
Fondos soberanos y 'hedge funds'
Apoyos más recientes para los movimientos empresariales vienen de la mano de los fondos soberanos y, en general, de los países emergentes. Aunque esas instituciones no suelen tener como objetivo la toma de control y la gestión de las compañías en las que invierten, tampoco se descarta que giren hacia posiciones más activas. Casos hay muchos y van desde Citigroup, Carlyle, Sony o EADS.En la misma línea, los datos de la consultora AT Kearney indican que el interés de países emergentes por tomar posiciones en naciones industrializadas es creciente. Así el número de transacciones protagonizadas por compañías ubicadas en áreas emergentes que han tenido como objetivo grupos de países desarrollados ha contado con un crecimiento anual del 26% entre 2002 y 2007 frente al 6% del resto de las operaciones. Quizá la compra más sonada ha sido de la siderúrgica europea Arcelor por la india Mittal.Por otro lado, las fuentes de financiación en este complejo panorama también se diversifican. Luis Regalado señala que son ya muchas las empresas que están recurriendo a los créditos mezzanine que conceden los hedge funds, que se van a convertir, con la elevada liquidez que acumulan, en agentes relevantes de sistema financiero. Se trata de recursos que conceden a largo plazo, pero con un coste elevado.
Finanzas y energía, dos sectores en el punto de mira
Para la mayor parte de los expertos el sector financiero y el energético serán los que más noticias corporativas aporten, tanto a corto plazo como en un año o año y medio. Acompañados, eso sí, de otros muy afectados por la crisis. 'El sistema económico necesita empresas en todas las áreas, y también, por supuesto, en la inmobiliaria. Aunque todas las compañías estén castigadas en los mercados bursátiles, las situaciones son muy diferentes. En él, la reordenación será más fuerte', asevera David González.Por su parte, el gestor de Consulnor manifiesta que, aunque el factor clave es la lógica empresarial que haya detrás de cada operación, las posibilidades son muchas y variadas. 'Las hay en las aerolíneas, en donde se registra una fuerte competencia y subida de costes, en el eléctrico o en las telecomunicaciones', afirma. Añade que no se puede descuidar el bancario, en donde la senda de operaciones podría continuar ante la necesidad de enfrentarse a factores coyunturales como la subida de la morosidad y del coste del pasivo.El director de Banco Madrid destaca que la fuerte capacidad de generación de fondos de las farmacéuticas se puede destinar en parte a la compra de otras empresas que ya tienen perfectamente identificadas en función de su línea de productos. En este contexto se enmarca la anunciada esta semana por la suiza Roche.En la lista de objetivos potenciales de compra que cita UBS están compañías como la operadora de telecomunicaciones KPN, Cadbury de alimentación, la farmacéutica Bayer, la química Rhodia y las eléctricas Iberdrola y Fenosa. Y en la realizada por BNP están, entre otras, las operadoras KPN, Telia Sonera, la minera Anglo American, la tecnológica Yell, Energias de Portugal, Ciment Francais y la metalúrgica finlandesa Outokumpu.