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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Comienzan las oportunidades

Santander compra Alliance & Leicester. Sos Cuétara adquiere Bertolli, la empresa líder del mercado de aceite de oliva en EE UU. Caja Madrid se hace con el 100% de la mexicana Su Casita. Inbev toma el control de Anheuser Bausch y constituye el mayor grupo cervecero del mundo. ACS pone en venta su 45% de Unión Fenosa y abre la puerta a la reordenación del mapa energético español.

Estas son sólo algunas de las operaciones de fusión o adquisición que se han producido en las últimas dos semanas. Las hay de todo tipo: pequeñas, medianas y grandes; locales y mundiales; con acciones y con efectivo. Pero la gran pregunta que surge tras observar esta profusión de movimientos es qué significado tienen. Máxime cuando el entorno financiero y bursátil está impregnado de una profunda crisis.

Los expertos coinciden en que precisamente las turbulencias y la propia inestabilidad de los mercados están en el origen de estas operaciones empresariales. Los momentos de crisis suelen ofrecen, en realidad, magníficas oportunidades para las empresas que conservan un mayor músculo financiero.

El patrón de las operaciones que se emprenden y cierran en estas condiciones suele ser el siguiente: la empresa líder del sector, si ha hecho bien sus deberes, aprovecha las dificultades de las de menor tamaño para adquirirlas. De ahí, la máxima que recorre estos días los mercados y que sentencia que de todas las crisis siempre hay un grupo de actores que sale reforzado y que los sectores más afectados suelen sufrir una profunda remodelación.

Llegados a este punto, cabe plantearse una nueva interrogante. ¿Este encadenamiento de operaciones supone que los precios de las empresas han bajado lo suficiente como para que se produzca una oleada compradora?

La sensación generalizada es que aún no se ha tocado suelo, lo cual no excluye que sí haya sucedido así para operaciones o para sectores muy concretos. De hecho, los datos recopilados por Thomson Reuters apuntan a que el volumen de las operaciones anunciadas en el segundo trimestre del año superan en un 30% a las del primero. El mercado sostiene, además, que los negocios más propicios para que la actividad continúe son el energético, el financiero y, en menor medida, las telecomunicaciones.

No obstante, otro de los factores determinantes para que se produzca el auténtico tirón de las operaciones corporativas es, al margen del precio, el acceso a la financiación. La opinión más extendida entre los analistas es que el mercado cuenta con liquidez suficiente para acometer operaciones de calado, pero que los que la atesoran siguen reclamando un margen demasiado elevado.

Facilitar el acceso a la liquidez debería ser uno de los principales empeños de las autoridades políticas y económicas. En todo el mundo. Pero muy especialmente en España. Como muy acertadamente explica un relevante empresario, la actual situación de la economía española es como tener a la puerta de casa un flamante coche y no poder utilizarlo por falta de gasolina. Es imprescindible asegurar que la liquidez circule para que el vehículo vuelva a arrancar.

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