'Nuestro objetivo es un acuerdo con la UE en 2013'
El responsable comercial del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan explica el estado de las negociaciones para el ingreso de su país en la Unión Europea, y valora las relaciones económicas bilaterales con España
Lleva seis años en el Gobierno de Turquía, un país con acuerdo preferencial que busca la plena integración en la Unión Europea. Con sus más de 70 millones de habitantes, en su inmensa mayoría musulmanes, este Estado laico y miembro de la OTAN desde hace más de medio siglo pasaría a ser el segundo más poblado de la Unión. Antes de dirigir Comercio Exterior, Tüzmen, de 50 años, fue ministro de Medio Ambiente.
El gran proyecto de Turquía es la integración en la Unión Europea. ¿Hasta qué punto puede ser fácil la integración económica?
Turquía es un país con enorme potencial, pero ahora mismo ya tiene una dimensión económica considerable. Es la sexta mayor economía de Europa, aunque todavía no hayamos logrado la integración. Hace ya 12 años que suscribimos un acuerdo aduanero que está funcionando bien, pero queremos más. Sólo con las exportaciones del sector de la automoción turco se supera la suma de las ventas al exterior realizadas por Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia juntas. En paralelo, las exportaciones textiles de Turquía son mayores que las de todos los productos realizadas por Grecia.
Después de una fase de aparente receptividad por parte de la UE, la integración de Turquía ha quedado algo relegada tras el fracaso del proyecto de Constitución Europea. ¿En qué momento se encuentran las negociaciones de adhesión?
Estoy seguro de que Turquía, como decimoquinta economía del mundo, tendrá su momento. Tenemos que completar 25 capítulos en las negociaciones, y todos van por el buen camino. Con algunos momentos más altos y con otros más bajos en la negociación, nuestro objetivo es ser miembros de pleno derecho. Somos europeos: ahí están nuestros resultados en la Eurocopa de fútbol o en el festival de Eurovisión.
¿Se plantea su Gobierno una fecha objetivo para la integración?
Cuanto antes la consigamos, mejor para todos. Las negociaciones oficiales empezaron en 2003, y el objetivo turco es llegar a un acuerdo en 2013. Esperamos haber completado ese año todos los capítulos que nos exige la UE. Si no, me cortaré el bigote.
¿Cree que hay un deseo sincero de la UE de llegar a la integración?
La gente de Turquía ve un apoyo sincero por parte de España. Otros países dicen estar de acuerdo, pero cuando se sientan a negociar ponen dificultades. Seguiremos en ello, y trataremos de elevar nuestros niveles de renta per cápita a los estándares europeos.
¿Cuáles son sus expectativas en el ámbito comercial para este año?
Esperamos cerrar 2008 con unas exportaciones de 125.000 millones de dólares unos 80.000 millones de euros, mientras que las importaciones alcanzarán los 200.000 millones alrededor de 130.000 millones de euros.
¿Es suficiente la presencia inversora de España en Turquía?
Tiene un tamaño considerable: actualmente hay cerca de 325 empresas españolas presentes en Turquía. Es un país atractivo para la inversión extranjera. Aunque el sistema legal no ofrece privilegios para las firmas foráneas que no tengan las locales, existen numerosos incentivos instaurados por las autoridades locales. Prueba de ello es el acuerdo que se acaba de cerrar para montar dos fábricas de cemento con capital español, valoradas en 400 millones de euros.
En los últimos tiempos, buena parte de la atención internacional sobre Turquía se ha centrado en la polémica sobre la presencia del velo en las universidades, apoyada por el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan. ¿En qué situación se encuentra el conflicto?
El del velo es un asunto judicial, sobre el que los políticos no tenemos mucho que explicar. Prefiero no opinar al respecto.
Restricciones al comercio con España
El ministro turco destaca los 'parecidos económicos' entre su país y España. Así, menciona los niveles de crecimiento del PIB: si España sale de una fase expansiva de 15 años, con un crecimiento medio del 3,75%, 'en Turquía ha alcanzado una media del 7% en los últimos 45 años'.Tüzmen afirma que la balanza comercial entre ambos países es 'bastante equilibrada' (en 2007, el saldo fue deficitario para España en 101 millones de euros), aunque plantea reivindicaciones: 'Hay algunos problemas en sectores como el hierro y el acero: cuando se venden en España, nos exigen un certificado específico, distinto del estándar. Es una barrera más para nuestros productores, y encarece el producto a los importadores españoles'. Dentro de su visita a España, Tüzmen se entrevistó con su homólogo español, Miguel Sebastián, al que planteó estas dificultades.