Vistas al mar en Adobe
Sort dirige la creadora de Photoshop en España desde la planta 18 de la Torre Mapfre
Alfons Sort (La Seu d'Urgell, Lérida, 1956) llegó al mundo de la informática por casualidad. Estudió ingeniera industrial en Barcelona, especializándose en tecnología nuclear, pero cuando acabó la carrera eran malos tiempos para encontrar trabajo en el sector. 'Se habían producido varios accidentes, luego pasó lo de Chernobyl y no había manera'. Eran los años en los que el uso de la informática empezaba a generalizarse pero todavía no había en la universidad una carrera específica, por lo que Sort y muchos otros ingenieros se reciclaron. Así fue como empezó a trabajar para Commodore y después para Apple, cuando ésta entró en España. Después pasó a dedicarse al software, al incorporarse a Aldus, la compañía que desarrolló el programa Pagemaker y que acabo en manos de Adobe en 1995. 'Cuando empecé a trabajar para Aldus lo hacía desde mi casa, después desde un business center y ya en el año 2000 vinimos a la Torre Mapfre, entonces no estaba tan solicitada'. En la actualidad Adobe ocupa la mitad de la planta 18, con unas vistas espectaculares del mar y de una buena parte de la ciudad.
La decoración del despacho de Sort es muy funcional, con pocos detalles personales. 'Es una tendencia común a toda la empresa, no hay espacios personalizados porque están a disposición de todos, y aquí aún tenemos esa tendencia, porque hay ciertos derechos adquiridos hace tiempo'. Con esta explicación el director de Adobe Ibérica se refiere a la costumbre que reina en la empresa por la que cuando el usuario habitual de un espacio de trabajo no está puede ser ocupado por cualquier otro empleado. 'Así que la parte más personalizada de este despacho es el portátil, ahí está la música que me gusta, las fotos y algún que otro fondo de pantalla más personal', explica.
Los horarios en la empresa, fabricante del programa de tratamiento de imagen Photoshop, son flexibles. 'No puede ser de otra manera', 'hay que vivir un poco al ritmo de la corporación, con lo que puedes tener alguna conference call (llamada telefónica múltiple) a las siete u ocho de la tarde con California cuartel central de la compañía o a primerísima hora de la mañana con India, donde la firma tiene un 40% de la plantilla dedicada a desarrollo y soporte técnico'.
'Tener la capacidad de trabajar en un entorno multicultural es algo más complicado que hablar inglés'
El concepto horario se convierte dentro de este esquema en algo muy relativo. El teórico es de nueve a dos por la mañana y de tres a seis por la tarde, pero según explica Sort, cualquier problema de tráfico es motivo para que los empleados puedan trabajar desde casa. 'Estamos sufriendo también una epidemia de embarazos y bajas maternales, lo que nos hace flexibilizar más la cuestión del horario'. Sort viaja una tercera parte de su tiempo. 'A Madrid, a Lisboa, a Valencia o a Londres, París o Milán, en Europa'. Otras dos veces a al año suele ir a EE UU. Dice estar en contacto permanente con su equipo, pero con pocas reuniones formales más propias de organizaciones tradicionales. 'En realidad con las conference call y el correo electrónico ya puedes obtener casi toda la información que antes surgía de las reuniones'.
Sort asegura que para trabajar en una compañía como la que dirige es imprescindible tener sobre todo la capacidad de trabajar en un entorno multicultural, 'que es algo más complicado que hablar inglés', 'y se traduce en el hecho de ser capaz de ponerte en la piel de la persona con la que estás hablando'. También considera necesario ser capaz, 'y estar dispuesto', a trabajar en equipo, 'somos relativamente pequeños, nuestra plantilla es de 25 personas, por lo que es muy común que tengamos que realizar las tareas de otro compañero, y para eso hay que estar predispuesto'. La curiosidad intelectual y la capacidad de aprender son otros de los rasgos que Sort más valora. 'Y, por supuesto, el conocimiento de los productos'. Algo que no es fácil. Adobe tiene 200 programas diferentes, que se renuevan cada dos años, lo que eleva su complejidad. 'Con este panorama tiene es imprescindible tener experiencia en software, ya no se puede contratar a alguien y esperar a que se familiarice con el producto', concluye.
Toque de color con una viñeta de cómic
El despacho de Alfons Sort es práctico y funcional, con pocos objetos de adorno. Sus enormes ventanales le permiten ver la salida del sol en invierno a las ocho, la hora en la que suele llegar a la oficina. 'Esta ubicación es un lujo', dice a la vez que explica que en los últimos tres años cuatro profesionales de su compañía con cargos a nivel europeo que estaban ubicados en Londres y Dublín han pedido el traslado a Barcelona.Uno de los objetos que decora una pared, un cuadro de una viñeta de cómic, le sirve para explicar cómo ha cambiado el mundo de la impresión en los últimos años. 'Es una muestra perfecta de hasta donde llega la impresión personalizada'. Y en lo que define como 'el objeto más personal del despacho', el ordenador portátil, una foto de sus hijos de 19 y 17 años. 'Es en Burkina Faso', explica. 'He descubierto que la única manera de que quieran acompañarnos en un viaje es proponerles destinos que no estén a su alcance', dice divertido. Una constante en sus viajes es contactar con las asociaciones locales de personas sordas. Su hija es sorda, por lo que utilizan el casa el lenguaje de los sordos y dedican mucho tiempo a contactar con las organizaciones de apoyo a este colectivo.