La agricultura cede paso a una economía diversificada
De emisora a receptora de inmigración. Algo tan simple como ese cambio da una idea de la evolución de Canarias en los últimos 30 años. El cambio de modelo económico fue fundamental para el desarrollo del archipiélago, como también han sido fundamentales su trato diferenciado en la Unión Europea, el mantenimiento de un régimen fiscal propio o la asunción de ciertas competencias. Sin embargo, no todo son luces, y este vuelco también ha desembocado en el abandono de ciertos sectores o en el abuso de lo que muchos llamaron la gallina de los huevos de oro: el turismo.
El presidente del Consejo Económico y Social de Canarias, Fernando Redondo, afirma: 'Nunca en la historia hemos tenido una sociedad con tanto potencial y capacidad para desarrollar las políticas más apropiadas que ahora'. Esa sociedad de la que habla es la que Canarias ha fraguado en los últimos 30 años.
El cambio más significativo que se dio en Canarias fue el de su modelo económico. El paso, en los años setenta, de una economía netamente agrícola a otra en la que el turismo es el sector que más peso tiene dentro del PIB, alrededor de un 30%, desembocó en el crecimiento de las islas.
Sin embargo, hoy ese modelo parece estar agotado y se impone otro cambio: la diversificación hacia la industria del conocimiento, según manifiestan todos los agentes empresariales y sociales. Este cambio debe permitir mantener los niveles de creación de empleo que se han dado en las últimas décadas para poder absorber el crecimiento poblacional, preservar el medio ambiente y atraer inversión extranjera.
Si el cambio de modelo económico ha sido muy importante, el aumento de población ha desbordado las previsiones existentes. Mientras que en 1970 la comunidad apenas pasaba de un millón de habitantes, hoy más de dos millones residen en un archipiélago que encontró en el reconocimiento de sus especificidades por parte de la Unión Europea un impulso que le permitió situarse como la segunda región ultraperiférica con más renta per cápita. Un puesto que ahora le ha arrebatado Madeira.
Paralelamente a ese aumento poblacional, se ha producido un desarrollo de las infraestructuras públicas (sanitarias, educativas, viarias, etc.), pese a que en los últimos años se ha mostrado insuficiente.
La transferencia de competencias por parte del Estado fue otro de los hitos conseguidos por el archipiélago. Tras un duro proceso, Canarias consiguió gestionar muchas de las áreas antes de un Estado en ocasiones alejado de la realidad isleña. Esto, unido al nacimiento del Régimen Económico Fiscal (REF), con sus instrumentos fiscales, ha propiciado un marco óptimo para el desarrollo económico, dificultado por los costes de la lejanía y la insularidad.
Prioridades. Acento en el entorno y la cultura
El binomio turismo-construcción también ha desembocado en desmanes urbanísticos y destrucción del territorio. Canarias es consciente de ello y, por ese motivo, hoy intenta preservar ese acervo natural, también como una forma de atraer a un turismo diferenciado y de mayor calidad.En la actualidad, Canarias tiene más de la mitad de su territorio protegido, lo que limita aún más la disponibilidad de suelo en unas islas. Esta escasez, unida a los buenos resultados del turismo y al auge de la construcción, ha imposibilitado el desarrollo industrial y ha ido acabando con la agricultura. En las islas todo ha girado en torno al turismo y éste, unido a la inquietud cultural y al afán por hacer del archipiélago un lugar de arquitectura vanguardista, ha propiciado la construcción de las grandes infraestructuras culturales, que han intentado rescatar esa ebullición que produjera la llegada de los surrealistas.
Datos
Habitantes: 2.025.951PIB per cápita: 21.004Superficie: 7.447 km2I+D/PIB: 0,65%Extranjeros: 12,3%Fuente: INE