El temor a la inflación acapara los debates del G8 en Osaka
Los ministros de Finanzas del G8 estudian desde hoy en Osaka (centro de Japón) el riesgo de la presión inflacionista, derivada de la subida de los precios de los alimentos y el petróleo, para el crecimiento económico mundial.
El momento económico es complicado, con el barril de petróleo cerca de los 140 dólares, los precios de los alimentos básicos en escalada que amenaza sobre todo a los países pobres, la persistencia de la crisis hipotecaria en EEUU y la debilidad del dólar.
El anfitrión de la reunión, Fukushiro Nukaga, dijo antes de su inicio, en una rueda de prensa, que espera que los países del G8 ¢alcancen un entendimiento común¢ sobre cómo atajar los riesgos que para la economía mundial lleva aparejada la subida de los precios de las materias primas.
La reunión formal del G8 no será hasta mañana, pero hoy ya hubo una cena conjunta de los ocho ministros con representantes de Brasil, Australia, Tailandia, China, Corea del Sur y Sudáfrica, que transmitieron su impresión sobre la situación económica, y también varios encuentros bilaterales entre los participantes.
A diferencia de otros encuentros, la ausencia en Osaka de los gobernadores de los bancos centrales de las principales áreas monetarias restará protagonismo al debate sobre los tipos de interés y las divisas, si bien la influencia de la debilidad del dólar en la escalada del precio del petróleo es difícil de obviar.
La atención estará más bien puesta en el comunicado que mañana sábado emitirán los líderes de las finanzas mundiales al término de su reunión, en lo que se refiera al alza del precio del barril de petróleo.
No obstante, lo previsible es que el G8 reitere el llamamiento que hizo en febrero a la OPEC su grupo hermano, el G7 (los mismos países menos Rusia), durante una reunión en Tokio, para que se incremente la producción.