Los edificios Chrysler y Flatiron pasan a manos extranjeras
El mercado inmobiliario comercial de Nueva York no deja de moverse.
Cuando apenas se ha secado la tinta del acuerdo de venta de la torre GM a un grupo liderado por Boston Properties e inversores de Kuwait y Qatar, otro edificio histórico y emblemático, el Flatiron acaba de cambiar de manos. Y no es el último, el Chrysler, está a punto de hacerlo también. Los compradores son, en ambos casos, extranjeros.
Del primero de estos dos reconocidos edificios se ha hecho cargo el Sorgente Group, una inmobiliaria familiar italiana que ya tenía un 20% en esta propiedad desde hace dos años. Ahora, Sorgente ha elevado su participación en el Flatiron hasta el 53%.
Valter Mainetti, dueño de Sorgente, explicaba a Time Magazine, el Flatiron 'es caro pero con el dólar barato, tenía sentido ampliar nuestra participación'. La estabilidad del mercado inmobiliario de Nueva York es única. Esta crisis pasará, el dólar se restablecerá. Tenemos confianza en ello'.
Sorgente no ha hecho pública la cantidad abonada por este edificio de 22 plantas construido en 1903 y por sus derechos de imagen.
Los que han puesto sus ojos en el edificio Chrysler son los gestores del fondo soberano Abu Dhabi Investment Council. El fondo de este emirato está negociando la adquisición de una participación en este edificio del 75% por 800 millones de dólares (unos 514 millones de euros). El Chrysler fue construido en 1930 en estilo Art Decó y es una de las torres más llamativas del Midtown de Manhattan. El control lo tiene TMW, la filial alemana de un fondo de inversión de Atlanta, que desde hace tiempo ha querido deshacerse de esta propiedad donde tiene su dirección la Oficina Comercial de España en Nueva York.