Afirma pierde el valor de un euro por acción 16 meses después de superar los 70
Afirma, la antigua Astroc, cerró ayer a 0,92 euros por acción. La inmobiliaria superó los 70 euros por título en febrero de 2007.
La primera señal de alarma que los inversores extranjeros captaron del sector inmobiliario español', comenta el presidente de una compañía inmobiliaria cotizada, 'fue el desplome del valor de Astroc'. La empresa fundada por Enrique Bañuelos con el nombre de Astroc, hoy controlada por el presidente del grupo Rayet, Félix Abánades, bajo la denominación de Afirma, se ha convertido en el paradigma del ascenso y caída de la industria inmobiliaria en España.
La compañía cerró ayer a 0,92 euros por acción tras bajar un 9,8% en la sesión. En mayo de 2006 Astroc comenzó a cotizar a un precio de 6,4 euros por título. La llegada a su accionariado de personajes ilustres del empresariado español, como la del fundador de Inditex, Amancio Ortega, unido al crecimiento del sector inmobiliario, entre otros factores, impulsaron su valor. La empresa llegó a superar los 70 euros por título en el mercado en febrero de 2007, mes en el que la compañía comunicó su intención de llevar a cabo una ampliación de capital de 2.000 millones de euros que nunca se produjo. Los analistas no encontraban razones que explicaran esos niveles de cotización.
Un día antes de que la inmobiliaria presentara sus resultados de 2006, el 1 de marzo de 2007, Astroc caía en Bolsa un 17,89%. Era la primera señal; un mes después, la publicación de la auditoría de su ejercicio 2006 provocaba el desplome.
La auditoría daba cuenta de las operaciones realizadas entre Astroc y Bañuelos, a través de su sociedad CV Capital, operaciones que sostenían la mayor parte del negocio de la inmobiliaria. El 18 de abril, tras esa publicación, Astroc cayó en Bolsa un 43%.
A partir de entonces la empresa trató de cambiar el rumbo rebajando la presencia en el día a día de la inmobiliaria y en su accionariado de Enrique Bañuelos. Juan Antonio Alcaraz, proveniente de Banco Sabadell, fue nombrado consejero delegado de la empresa, pero abandonó el cargo en noviembre del pasado año. Juan Carlos Nozaleda, del grupo Nozar, accedió a la presidencia de la inmobiliaria. Nozaleda y Abánades darían un nuevo impulso a la compañía.
En ese intento de desprenderse del peso de Bañuelos y de lo que Astroc había supuesto en Bolsa, los empresarios al mando de la compañía promovieron la fusión de las participadas por Astroc y de empresas controladas por el grupo Rayet y cambiaron el nombre de la empresa por el de Afirma.
Pero la caída del sector inmobiliario español, la crisis financiera y las dudas que el auditor de Afirma, PricewaterhouseCoopers, ha señalado sobre el futuro de la empresa, siguen pesando sobre su cotización. A pesar de todo, Abánades y Nozaleda mantienen su confianza, por ahora, en la inmobiliaria.
Pendientes del despacho de Garzón
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón tiene que decidir en los próximos días si admite las nuevas pruebas diligencias solicitadas por el accionista que ha demandado a Enrique Bañuelos, en su calidad de presidente de Astroc cuando sucedieron los hechos, por una supuesta maquinación para alterar el precio de las acciones.En concreto, la representación legal de Felipe Izquierdo demanda que Astroc aporte la documentación que envió a la CNMV cuando el organismo regulador le requirió que explicase su contabilidad, incluidas las operaciones vinculadas con el propio Bañuelos y las ventas que posteriormente se anularon. Estos datos son clave ya que influyeron en el beneficio del año declarado por Astroc. Igualmente, Izquierdo pide que el juez nombre a un analista financiero independiente para que compruebe las órdenes que, a través de Riva y García e Ibersecurities, se cruzaron en el mercado en nombre del fundador de la compañía y que podrían haber sobrevalorado la acción.Una vez se practiquen o se rechacen estas diligencias, o rechazadas, Garzón debe decidir si archiva el caso o abre juicio oral.