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Tribuna
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La formación para un nuevo modelo económico

La formación es una herramienta imprescindible para afrontar la crisis económica actual y para poder abordar el cambio de modelo productivo, según la autora, que demanda una mayor coordinación entre las distintas Administraciones en esta materia

Hace unas semanas, Elogos, la empresa líder en formación en nuestro país, hacía públicos los datos de su estudio El arte de la formación en España y revelaba que las grandes empresas españolas dedicaron a la formación de sus trabajadores en el pasado año 2007 una media de 353 euros y 34 horas anuales por trabajador, cantidades que, aunque representan un leve incremento respecto del año anterior, son claramente insuficientes.

Aunque ha perdido 16 puntos en los últimos cuatro años, la metodología presencial sigue siendo la más utilizada por este tipo de empresas y supone el 73% del total y ello en un contexto, el de las nuevas formas asociadas a la tecnología aplicada que posibilita notables mejoras de la eficiencia en el seguimiento y medida de la formación.

Crecen la formación de los trabajadores a distancia, que supone en la actualidad el 17,8% del total, un 63% más que el año anterior y la mezcla de presencial a distancia, con un incremento de 13 puntos en los últimos cuatro años, ha llegado a representar un 22% de la formación impartida.

Y para finalizar ese 'estado del arte' de la formación continua en España un dato: disminuye la formación en productos y servicios y aumenta la formación en habilidades sociales y directivas.

Es evidente que nuestro país necesita cambios profundos en su modelo productivo y que estos necesitan tiempo, orientaciones claras y recursos económicos. En esos cambios la formación es un vector fundamental para mejorar la competitividad y la productividad de nuestra economía y una pieza clave de cualquier proceso de innovación.

Pero la formación es otra de las víctimas de la dispersión de esfuerzos derivada de nuestra organización política.

¿Alguien podría responder a la pregunta de cuánto dinero se dedica globalmente a cada una de las distintas familias profesionales? Lo veo difícil y si difícil es conocer lo que nos gastamos a través de los diversos sistemas formativos en formar a nuestros ciudadanos y nuestros trabajadores difícilmente podremos reorientar hacia otras cualificaciones con mayor futuro o impacto estratégico, los esfuerzos económicos de los diferentes agentes que participan en la formación para conseguir, mediado el tiempo, un impacto significativo en nuestro sistema productivo. Cuando los empresarios y los sindicatos empiecen sus conversaciones para la concertación social estos temas han de estar en la mesa de negociación.

La formación debe formar parte del contrato social que ha de posibilitar el desarrollo profesional de los empleados y ayudarles a planificar una carrera profesional, tanto dentro como fuera de la empresa.

Es muy posible que no haya soluciones homogéneas por lo que el desarrollo de la formación ha de ser una apuesta estratégica madura, concreta y a la medida de las necesidades de cada empresa y sector.

En una situación de crisis profunda, de la que cada vez hay más evidencias, con elevadas tasas de desempleo y alta inflación, la formación puede ser, además, una útil herramienta sobre la que negociar fórmulas de salario diferido vinculado a los crecimientos ciertos de productividad que la mayor capacitación de los trabajadores produzca.

Consolidar la dispersión de esfuerzos e ignorar los que se realizan ahondará los efectos de la crisis e incrementará las brechas de productividad entre regiones y sectores. Creo que lo que no nos mata nos hace más fuertes y ante una situación económica como la que vivimos es preciso discutir acerca de lo qué hemos de hacer para sobrevivir y… poder contarlo.

En la era del conocimiento y de la gestión del talento, son las personas y su formación uno de los factores más importantes para sortear y sobrevivir a las crisis. Y es precisamente en las crisis donde esta concepción es más necesaria.

María Jesús Paredes Socia directora de IG Consultoría

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