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Columna
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Limpieza general en UBS

UBS continúa de limpieza en un furioso intento por deshacerse de la espesa capa de mugre subprime. En un agresivo ataque de limpieza general, el banco suizo está barriendo 15.000 millones en activos relacionados con hipotecas en EE UU. BlackRock, el gestor de activos estadounidense, les está pasando la aspiradora. UBS está también haciendo sitio para recortar otros 5.500 empleos en el mundo. Cerca de la mitad de ellos saldrán del banco de inversión, elevando el total de recortes en dicha unidad al 18%.

Con todo ello se quiere devolver un poco del brillo al valorado negocio de UBS de gestión de patrimonios para ricos y superricos. Aquellos acomodados inversores han apartado sus narices ante el último hedor relacionado con el crédito que ha venido del banco de inversión. La entrada de fondos frescos para ser gestionados se redujo sustancialmente durante el primer trimestre hasta 3.500 millones de euros, alrededor del 60% de lo que los analistas esperaban. Los fondos de los clientes suizos más rentables cayeron un 4%.

Lo más arreglado de UBS es su ratio de Tier 1 capital. Una significativa caída en los activos de mayor riesgo junto con todavía más capital -615.000 euros en acciones preferentes además de sus 9.200 millones de euros en emisiones de derechos- ha aumentado la cifra al 11,8%. Esto podría hacer al banco privado más atractivo.

Pero hay todavía bastante suciedad. Incluso después de descargar 15.000 millones de dólares en activos subprime, UBS tendrá que desprenderse de otros 17.700 millones de dólares en estos activos, por no mencionar otros 30.000 millones de dólares en bonos monoline, préstamos apalancados y exposición a bienes inmuebles.

Y como en cualquier buena limpieza general, cada parte fregada parece desenterrar todavía más áreas con problemas -UBS ha revelado que ha provisionado 900 millones de dólares de bienes inmobiliarios en EE UU y 1.000 millones de dólares de préstamos a estudiantes-.

Las acciones de UBS están cotizando a 9,1 veces los beneficios estimados de 2009, según JPMorgan. Esto le coloca al mismo nivel que Credit Suisse, 9,2 veces, y barato comparado con Deutsche Bank, 9,7 veces -ninguno de los cuales ha sido forzado a limpiar su casa en el mismo grado-. Pero el 5% de caída de las acciones de UBS como reacción a las últimas noticias sugiere que los inversores creen que el trabajo de limpieza no ha concluido aún.

Por Jeffrey Goldfarb

¿Hombre al agua en TUI?

Peligra la posición de Juergen Krumnow en TUI. Los accionistas disidentes han pedido al presidente del touroperador alemán que dimita, con la intención de renovar la directiva. Krumnow puede obtener el voto de AGM hoy, gracias al apoyo de sus aliados en la junta de supervisión. Pero con casi un 25% de los votos, la cuenta atrás acaba de comenzar.El accionista mayoritario de TUI, el millonario noruego John Fredrikson, va a dejar su puesto. A principios de este año, Fredrikson logró un acuerdo para separar la división de transporte marítimo Hapag Lloyd y abandonar así la anticuada e ineficiente estrategia de pilares gemelos en el sector turístico. Vender Hapag le reportaría más de 5.000 millones de euros.Con todo, la cambiante estrategia de TUI que llevó al acuerdo con Hapag ha dejado a Fredrikson preocupado por la escasez de expertos en transporte marítimo en el consejo. Fredikson sospecha que TUI puede reinvertir las ganancias en TUI Travel incluso contra el interés accionarial. A Fredikson, quien insiste en que no desea ni el control de TUI ni el de Hapag, le apoyan el grupo internacional ISS y fondos como el británico Hermes y el noruego Skagan Fund.Al menos, los siete años en el cargo de Krumnow merecen un análisis. Ha mantenido a Michael Franzel como consejero delegado. Lo que es una dudosa elección, ya que durante sus 14 años en el cargo ha entregado un exiguo 3% de retorno total a los accionistas, comparado con el 190% del índice selectivo alemán Dax. En los últimos cinco años, el 91% del retorno de TUI palidece ante el 152% de media de las compañías de viajes, y el 236% de los grupos de transporte marítimo.La junta de supervisión de TUI también parece íntima y desequilibrada. De los 20 miembros del grupo -incluidos los 10 representantes de los empleados-, cuatro puestos están ocupados por filiales de TUI Travel. El conjunto del consejo, que no tiene experiencia en transporte marítimo, sabe que controla el 31% de los votos y parece inclinado a proteger los intereses de TUI Travel.Fredrikson insiste en que Krumnow tiene que irse si él o sus representantes toman un puesto en el consejo. Pero incluso si sus movimientos fracasan, la presión para un cambio es probable que sólo sea para incrementarlo. El tiempo para Krumnow parece escaso.Por Una Galani

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