La gestión de los empleados según cada personalidad
El gurú empresarial Álex Rovira mezcla psicología y economía para la motivación en las organizaciones
Mucha gente deja lo esencial para después del funeral'. Primera píldora de motivación de Álex Rovira, conferenciante y consultor, a su audiencia. 'Vale la pena hacer algo útil mientras estamos vivos', recalca. Segunda dosis: 'Lo que creemos es lo que acabamos creando', traspasando el límete del confort, la inhibición que producen los prejuicios y lo que los demás piensan de uno mismo. Es la psicología aplicada al emprendimiento lucrativo de este MBA en Esade.
Rovira (Barcelona, 1969) se ha convertido en un gurú de la gestión empresarial tras la publicación de varios best seller, de los que ha vendido cuatro millones de ejemplares. Su libro más conocido, La Buena Suerte (en coautoría con el profesor Fernando Trías de Bess), se ha traducido a más de 38 idiomas.
En sus conferencias por todo el mundo combina la psicología -la motivación positiva para sacar lo mejor de cada uno de sus oyentes-, y la empresa. 'Creo que hoy, más que nunca, son necesarios, los idealistas sumamente prácticos, los que tocan con los pies en el suelo pero anhelan las estrellas', asegura cuando se presenta a sí mismo en su web.
La buena suerte, dice el experto, depende de la actuación de uno mismo
El profesor explica que fue una cena de Navidad lo que hizo de catalizador para convertirse en lo que ahora es. Un amigo suyo contó en la velada que había sido promocionado en su empresa. Una persona del grupo le miró con ironía y dijo: 'Tú lo que tienes es suerte'. Esta frase le hizo reflexionar, por lo que decidió entrevistar a 800 personas que se decían con buena o mala fortuna. De esa investigación surgieron sus grandes éxitos.
En su ultima conferencia en Esade, el pasado martes, se pudo comprobar cómo insufla optimismo, basado en sus reflexiones, a un público compuesto de gestores de pymes. Y además ofrece las claves de cómo una buena gestión de las diferentes personalidades, puede sacar a relucir los talentos.
En la primera parte de la charla evoca Los siete poderes de su libro homónimo (2006): el coraje, la responsabilidad, el propósito, la humildad, la confianza, el amor y la unión y la cooperación. Cada uno de ellos los explica con gestas épicas de personajes para ejemplificar como cada uno puede superarse.
Un ejemplo: el amor. ¿Como si no, por amor, se puede lograr la gesta del coronel estadounidense Dick Hoyt? Ya a una edad madura Hoyt corrió su primer maratón. Y después también el triatlón, cuando antes ni siquiera sabía nadar. Y más tarde, los triatlón ironman (de enormes distancias). Ya está jubilado y aún sigue. Pero lo más sorprendente de la hazaña es que mientras compite acarrea (en carro o en zódiac) a su hijo parapléjico porque es una forma de que no se sienta como una persona con minusvalía. Una gesta de superación que ha servido al hijo, que se comunica por ordenador, a graduarse en la Universidad de Boston. La conclusión final que Rovira traslada a su auditorio es que la buena suerte depende de uno mismo.
En la segunda parte de la conferencia, Álex Rovira explica el self-mangement (o autogestión en inglés). El concepto se basa en ocho premisas para conocer las distintas personalidades que ayuden a gestionar, en el caso empresarial, los recursos humanos. Son los principios de la psiconomía ('la gestión del alma'), la relación de psicología y economía, que el autor desarrollará en su próximo libro, a publicar en 2009.
Maestro por un día para gestores de pequeñas empresas
Como un moderno predicador ante un fondo de powerpoint, Álex Rovira se mueve por una tarima con un ratón en la mano, combinando en su atrayente discurso las proezas de superación con grandes frases de filósofos y escritores (desde Séneca a Oscar Wilde). Esta vez su audiencia son gestores que participan en el Ciclo de desarrollo de habilidades directivas para pymes organizado por Orange.Este seminario, en la escuela de negocios Esade, lo inauguró Rovira el 29 de marzo y ha repetido el 29 de abril. El próximo en participar será Fernando Trías de Bess, el 21 de mayo. El ciclo concluirá en noviembre.'Sin coraje no hay transformación de la realidad', asegura Rovira a su público. 'Ningún pesimista ha descubierto el secreto de las estrellas', añade. Un mensaje de superación que más tarde se debe aplicar. '¿Qué haremos después de esta conferencia?', se pregunta un asistente en voz alta encantado con lo que escucha.
Las ocho premisas de la 'psiconomía'
1. No podemos no comunicar. A partir de los procesos de comunicación observables es posible identificar cada estructura de personalidad.2. Todo ser humano es esencialmente positivo. Todos poseemos un potencial a desarrollar. En salud psicológica, el ser humano busca el bien común.3. Cada ser humano tiene una estructura de personalidad. Cada persona tiene una forma diferente de sentir sensaciones, percibir, pensar, actuar o sentir emociones.4. Toda personalidad puede ordenarse en un vector que va de la patología a la salud. Una persona empática si está enferma, por ejemplo, será una histérica. Una metódica, una obsesiva, o un líder, será un psicópata.5. Toda estructura de personalidad puede ser tratada de modo que se mejore, sea cual sea el punto de partida, su estado y actuación a todos los niveles. Desarrollar un camino de autorrealización óptimo y eficiente teniendo en cuenta su estructura de personalidad.6. Hay una relación directa, estricta e indisociable entre la psicología humana y la economía. Todo resultado económico es la manifestación o síntoma de un proceso psicológico individual y/o colectivo7. Sin salud psicológica no hay beneficio sostenible a largo plazo. Sin salud psicológica no hay crecimiento sólido, sistémico ni sostenible. El líder define el alma del grupo. En resumen: el entusiasmo se contagia, pero la depresión, también.8. Para que un sistema gane de verdad, todos los sujetos que lo integran tienen también que ganar de verdad, en términos de satisfacción de las necesidades psicológicas. Esto facilita el desarrollo de los talentos naturales de cada individuo (divididos en seis tipos), al que habrá que motivar de forma diferente. Así, a un persona creativa, que necesita la estimulación, se debe emplear una canal de comunicación lúdico y humorístico. Con una persona empática, una vía nutritiva y comprensiva, o con un líder se han de utilizar los retos.