Una cura de capital
La crisis financiera desatada por la utilización de hipotecas basura para respaldar la liquidez en EE UU ha infectado las cuentas de resultados y los balances de los grandes bancos del mundo. Banca de inversión y banca al detalle han registrado, en diferente medida, activos dañados y se han visto obligadas a aflorar pérdidas, provisionar activos de difícil valoración y recomponer su base de capital. Las primeras firmas de la banca americana, suiza, británica, francesa o japonesa han ampliado capital por cantidades agregadas que superan los 65.000 millones de euros, con fuerte dilución para los accionistas. En algunos casos la banca de inversión ha echado mano del dinero de los poderosos fondos soberanos para salvar los escollos financieros, con contrapartidas disparatadas. Aún no se sabe dónde terminará este ejercicio de limpieza de balances y recomposición del capital. Pero es básico para devolver la confianza al sistema financiero.